Un demente se cuela en un hospital y mata a una anciana elegida al azar
Iván José G., un esquizofrénico de 27 años, estranguló ayer a las 6.30 a una anciana ingresada en el hospital Clínico. La fallecida, Valeriana de la Fuente, de 82 años, dormía en la habitación 4.601 del centro. El supuesto homicida, que se había colado en el centro, eligió al azar a su víctima entre 1.200 enfermos. Utilizó su cinturón para asfixiar a la enferma tras desconectar el goteo. En 1993 había intentado, sin éxito, cometer un crimen similar.
El supuesto homicida, licenciado en geografía e historia, abandonó su casa de Alcorcón el viernes por la tarde para salir con unos amigos. Se vistió de forma elegante y se montó en su coche. Según sus familiares, Iván sufría brotes de esquizofrenia que habían obligado a hospitalizarle en 1993 para someterle a tratamiento psiquiátrico. A las 6.30 entró en el hospital Clínico por la puerta G, la única que permanece abierta durante la madrugada. No levantó sospechas. "Buenas noches", dijo. Los empleados creyeron que se trataba del familiar de un paciente.Iván subió hasta la cuarta planta por el ascensor. Luego caminó hasta el lado opuesto del hospital. Entró en la zona de medicina interna hasta llegar a una de las últimas habitaciones, la 4.601. En la sala, en penumbra, había cuatro camas. La primera de la izquierda estaba vacía, en la de enfrente yacía una mujer que acababa de morir. En la, cama izquierda del fondo estaba Valeriana y en la derecha una paciente acompañada de su yerno.
Iván se dirigió a la cama de Valeriana que llevaba ingresada desde el 6 de diciembre a causa de una trombosis y una neumonía. El supuesto homicida no despertó a nadie. Se abalanzó sobre la mujer. En primer lugar le arrancó el tubo de respiración nasal y luego el goteo de alimentación de la muñeca. Eso desató un pitido de alarma. Luego cogió su cinturón y rodeó el cuello de la paciente. Apretó hasta ahogarla. Un enfermero acudió a la habitación. Vio a un hombre inclinado sobre la enferma. "¿Qúe hace, qué pasa?", gritó el trabajador. Iván José huyó a la carrera. El sanitario se dirigió a la cama y comprobó aterrado que la mujer había sido estrangulada con un cinturón. Mientras él avisaba a los servicios de seguridad del centro, los médicos de guardía esa noche intentaron reanimar a la mujer.
Sin resistencia
Los vigilantes del hospital atraparon al presunto criminal cuando se dirigía a la puerta G. No opuso resistencia. Iván fue esposado por los vigilantes. Se sentó sobre una silla. Iba vestido con una camisa -amarilla y un pantalón azul. Los guardas que le escoltaron indicaron que mantuvo la cabeza firme. A las 7.30 fue puesto en manos del Cuerpo Nacional de Policía.Según la policía, no existe ningún tipo de relación entre la víctima y el agresor, que carece de antecedentes policiales. Además nunca había sido atendido en ese centro sanitario, según el doctor Arturo Gallego, jefe de guardia ayer.
La familia del joven declaró ayer a la policía que hace cuatro años Iván atacó a un anciano en una clínica privada de Madrid.
Los dos hijos de Valeriana, con los ojos humedecidos, se hacían ayer muchas preguntas. "Cómo es posible. Espero que esto sirva para que no le pase a más gente como mi madre", decía su hija Paloma. "Y que a gente como ese chico loco lo atiendan y si están mal que los metan en un psiquiátrico", añadió.
"El doctor Medina y su equipo habían conseguido salvarla de la trombosis y se empezaba a recuperar", prosiguió la hija. "Lo que no entiendo es cómo pudo pasar por el centro y llegar hasta la habitación de mi madre, que se encontraba en un lugar recóndito del hospital", matizó el hijo de la fallecida, perito judicial. "Por eso no descarto que a lo mejor se trate de algo intencionado relacionado con mis actividades laborales, aunque no conocemos a esa familia", añadió.
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