El integrismo argelino amenaza con un Ramadan sangriento y asesina a 79 personas

Los radicales integristas no han esperado al comienzo del mes de Ramadán, el próximo 31 de diciembre, para desencadenar una ola de terror en las poblaciones de la llanura argelina. Desde la madrugada del viernes, al menos 79 personas han muerto degolladas o acribilladas a manos de los grupos guerrilleros que combaten al régimen de Liamín Zerual. El Gobierno de Argel teme que con el nuevo año las matanzas se multipliquen y la población está alerta ante el gran número de coches que han sido robados en los últimos días y que podrían ser utilizados en atentados.

Al menos 79 civiles murieron en tres matanzas diferentes llevadas a cabo en Argel con la firma de los grupos integristas radicales, según reveló ayer la prensa del país. Los asesinos utilizaron machetes, hachas, un coche bomba y un falso control de carretera para terminar con la vida de sus víctimas.En la noche del jueves al viernes, 31 personas, entre ellas dos recién nacidos, 11 niños y ocho mujeres, fueron asesinadas en la, localidad de Larba, situada a unos 25 kilómetros al sur de la capital argelina. Un grupo de hombres armados irrumpió en el pueblo lanzado gritos de "Alá es grande" y acuchillando a cuantos encontraban a su paso. Una mujer logró salvar a su hijo recién nacido al cubrirle con su propio cuerpo, aunque ella recibió varios disparos que acabaron con su vida. Mientras, un padre y su hijo, ambos minusválidos, trataban inútilmente de huir de sus agresores, quienes no tardaron en darles caza y asesinarlos. Antes de huir prendieron fuego y saquearon las viviendas de sus víctimas. Cuando un vehículo del Ejercito llegó para auxiliar a la población chocó contra una mina que habían colocado los integristas islámicos.

Esa misma noche, en la localidad de Lakhdaria, 60 kilómetros al este de Argel, los extremistas degollaron a otras 30 personas y se llevaron a tres mujeres. Las autoridades argelinas han reconocido que este año han sido secuestradas decenas de mujeres en medio de las matanzas. Sin embargo, la mayoría de ellas fue encontrada más tarde en fosas comunes o en el fondo de pozos de agua.

El terror entre la población civil de los pueblos cercanos a Argel no se detuvo con la llegada del día. El viernes por la mañana, un coche bomba hizo explosión en Blida. El artefacto provocó la muerte de al menos una veintena de personas que en ese momento se encontraba en el mercado de la localidad.

A la macabra lista de muertes que recogía ayer la prensa argelina hay que sumar los cuatro civiles a los que los radicales cortaron el cuello en un falso control de carretera en la región de Lajadaria, una zona muy escarpada situada al sur de la capital del país y en la que se han emboscado varias bandas integristas.

Todos los indicios apuntan al Grupo Islámico Armado (GIA) como responsable de estas carnicerías, que se producen a pocos días del comienzo de mes de Ramadán, considerado sagrado por los musulmanes y al que los radicales consideran propicio para llevar a cabo la que llaman guerra santa. Desde que en 1992 comenzara la violencia de los radicales integristas, éstos se aprovechan de las horas en que las familias se reúnen a la puesta del sol con motivo del final del ayuno diario para caer sobre ellos y multiplicar el número de muertes y el efecto propagandístico de sus acciones.

Objetivo prioritario

El Gobierno de Argel teme que la gran llanura de la Mitiya se convierta a partir del próximo 31 de diciembre -fecha del comienzo del Ramadán- en el objetivo prioritario del GIA, como ha ocurrido en años anteriores.El diario árabe editado en Londres Al Hayat aseguraba en su edición de ayer que el Ejército regular argelino está contando con la colaboración de las milicias del Ejército Islámico de Salvación (EIS) en sus combates contra el GIA. El EIS es considerado como el brazo armado del poderoso Frente Islámico de Salvación (FIS). Fuentes de la jefatura del EIS y altos mandos militares confirmaron esta colaboración, que se ha visto reforzada ante el hecho de que la dirección del GIA haya ordenado atacar a los miembros del EIS y del Ejército argelino indistintamente.