El nuevo presidente de Irán llama al diálogo con Occidente en la apertura de la cumbre islámica
ENVIADO ESPECIAL La guerra de imanes ha estallado en Irán. Los sectores más duros del régimen, representados por el guía de la revolución, Alí Jamenei, se enfrentaron ayer públicamente con el ala aperturista liberal del Gobierno de Teherán, encabezada por el nuevo presidente de la República, Mohamed Jatamí, en un debate sobre la necesidad o no de dialogar con Occidente. La polémica tuvo como escenario la apertura de la Conferencia de la Organización Islámica, que se celebró en Teherán ante 2.500 delegados de 55 países musulmanes.
"Nos hace falta preparar un terreno favorable para favorecer el diálogo entre las civilizaciones y las culturas", reclamó el presidente de la República, al tiempo que insistía en la necesidad de "adoptar de manera juiciosa ciertos aspectos constructivos de la sociedad civil occidental". "Las necesidades del mundo de hoy son muy diferentes de las del pasado", recalcó Jatamí, en relación al reto de modernizar las sociedades musulmanas, "pues una civilización perdura mientras es capaz de atender las necesidades dé su pueblo".James Foley, portavoz del Departamento de Estado norteamericano, recogió el guante lanzado por Jatamí y aseguró que EE UU está dispuesto a sostener "un diálogo con el Gobierno iraní", "Nuestra única exigencia", añadió Foley, es "que ese diálogo se lleve a cabo con un representante autorizado del Gobierno iraní", descartando la idea de discusiones secretas".
Jatamí, presidente de Irán desde mayo, reiteró la idea de que los Estados islámicos deben evolucionar hacia una organización civil, pues "los Gobiernos están al servicio de los que los han elegido y deben responder a sus deseos", dijo, en una clara evocación de las promesas de su campaña electoral de la pasada primavera, que le llevó al poder y en la que defendió la apertura social e internacional de Irán.
El número uno del régimen iraní, el Guía de la Revolución, Alí Jamenei, por su parte, había lanzado previamente duros ataques a Occidente en el transcurso de la apertura de la Conferencia de la Organización Islámica, que finalizará mañana y a la que asisten representantes de todos los Estados musulmanes del mundo.
El ayatolá, utilizando el más .ortodoxo estilo revolucionario islamista, no dudó ni un solo instante en rechazar el "materialismo de Occidente" en el que "el dinero y los deseos carnales reemplazan la sinceridad, la fidelidad y la dedicación". En opinión del orador, eso constituye la demostración palpable de que todas las ideologías occidentales han fracasado y de que "hoy como siempre es el islam el único remedio y el ángel liberador de la humanidad".
Pocos minutos después de que el líder de la revolución iraní lanzara esta diatriba contra los países occidentales, subía al mismo estrado, en la misma sala, Jatamí, que abogó por todo lo contrario. En un tono moderado y conciliador, alentó un diálogo con el mundo occidental.
El enfrentamiento verbal entre el Guía de la Revolución y el presidente de la República pone en evidencia una disputa mucho más profunda y trascendental, que desde hace meses coexiste en el seno del régimen de Teherán, donde 20 años después de la revolución islámica de 1979 se ha producido un de bate entre los partidarios de evolucionar dentro del sistema y los de permanecer aferrados a las viejas estructuras religioso políticas del Estado.
El presidente de la República empezó a pronunciar su alegato a favor del diálogo pocos segundos después de que el Guía de la Revolución, sin ningún reparo ni rubor, abandonara la gran sala de la reunión y diera por finalizada su participación en la apertura de esta octava cumbre islámica.
El número uno del régimen iraní puso de esta manera ayer un colofón sorprendente a una intervención calificada por los observadores políticos como "inesperada". El líder religioso había decidido en el último minuto participar en esta sesión, cuando ya estaba redactado y decidido el orden del día de la sesión inaugural de la octava reunión de la Conferencia de la Organización Islámica.
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