Silencio total en París

La sentencia del Tribunal Europeo de Justicia condenando a Francia por la "pasividad" con la que contempló la destrucción de frutas y verduras españolas no ha generado ningún comentario oficial del Ejecutivo de Lionel Jospin.Las organizaciones campesinas, que ayer celebraban una gran concentración para protestar contra el proyecto Agenda 2000, que reforma la política agrícola comunitaria, tampoco se manifestaron al respecto.

En la actualidad, la inquietud reina sobre todo entre los ganaderos, que se quejan de la caída de los precios de la carne y las reducciones impuestas a la cabaña. Esos ganaderos, reunidos en la localidad de Charolles, se presentaron como portaestandartes de "una forma de cría extensiva y con la hierba como principal alimento que respeta el medio ambiente".

Mientras, una organización campesina gala, Paysans et Citoyens, daba a conocer una serie de duras críticas contra "las descontroladas subvenciones de Bruselas" y recordaba que "con el dinero comunitario, los agricultores destruyen el espacio rural y polucionan en vez de conservar la naturaleza".

Para el portavoz de la citada organización, es un error subvencionar el cultivo del maíz como alimento para animales en vez de dar primas a quienes mantienen prados de, pastoreo. "Los agricultores europeos perciben un promedio de 2.650.000 pesetas por explotación y año". Los casos de campesinos más subvencionados se dan en Alemania (3,34 millones de euros por 8.941 hectáreas), Gran Bretaña (2,6 millones de euros por 6.447 hectáreas) y España (2,22 millonesde euros por 4.125 hectáreas).