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El Gobierno prepara medidas para bloquear el lavado de dinero negro en Gibraltar

Tras el acuerdo alcanzado con el Reino Unido para retirar del escenario internacional las negociaciones bilaterales sobre Gibraltar, el ministro de Asunto Exteriores, Abel Matutes, envió ayer un doble mensaje a las autoridades y a la población del Peñón. A los primeros les advirtió que el Gobierno no va a permitir que continúe su actitud obstruccionista, y a la segunda le reiteró la oferta de un acomodo constitucional en España con mayores ventajas a las que pueden conseguir en el Reino Unido. Fuentes diplomáticas informaron de que el Ejecutivo prepara una serie de medidas para acabar con el "abuso de los privilegios fiscales" del Peñón que dan cobertura a negocios ilícitos denunciados por las autoridadesespañolas.

Las medidas para acabar con el "abuso de los privilegios fiscales", según las citadas fuentes, irán encaminadas a combatir el lavado de dinero negro que se reinvierte en negocios inmobiliarios en el sur de España.Matutes elevó ayer el tono con las autoridades gibraltareñas en una entrevista concedida a TVE. Este cambio de actitud responde, según fuentes diplomáticas, al papel obstruccionista que han desempeñado las autoridades gibraltareñas en las conversaciones entre Londres y Madrid sobre la nueva estructura de mandos de la OTAN. La diplomacia española considera intolerable la actitud adoptada por el ministro principal el Peñón, Peter Caruana, que, en su opinión, entorpece una solución razonable al problema, mientras pretende construir, a costa de España, un paraíso fiscal en el Peñón. Por ejemplo, Madrid considera que la posibilidad de alcanzar un acuerdo sobre el uso civil del aeropuerto, que beneficiaría tanto a los habitantes del Peñón como a la zona de Gibraltar, es bloqueada sistemáticamente por las autoridades locales de la colonia.

El ministro afirmó en televisión que la paciencia del Gobierno "tiene un límite y, si por la vía del diálogo constructivo y la cooperación no se logran avances, la posición de España será la de ir exigiendo con más presión sus derechos". El ministro anunció que los "controles en la Verja tendrán que endurecerse, y la relación entre Gibraltar y su población y el resto de España va a ser más escasa y más difícil cada día".

Un triunfo de todos

El ministro de Asuntos Exteriores, sin embargo, reiteró a la población gibraltareña su voluntad de "evitar" ese tipo de medidas y repitió su ofrecimiento de buscar un encaje constitucional en España a sus pretensiones de ser una comunidad diferenciada, con su propio sistema fiscal. La oferta del Gobierno de José María Aznar de negociar un acuerdo de cosoberanía sobre Gibraltar, formulada oficiosamente en los últimos días del Gobierno conservador, se diluyó en la estela de la reintegración de Hong Kong a China.El ministro evitó, por otra parte, reclamar su parte del éxito en resolver un problema que amenazaba con bloquear la reforma de la estructura de mandos de la Alianza Atlántica. Sus conversaciones con el ministro de Asuntos Exteriores británico, Robin Cook -la última, en la tarde del pasado domingo, en una larga comunicación telefónica-, sin duda han contribuido a convencer al Reino Unido a retirar del primer plano del escenario internacional una negociación que se había establecido en términos imposibles para ambas partes. Ayer en Bruselas, el ministro de Defensa, Eduardo Serra, dijo que el acuerdo era un "triunfo de todos" debido al trabajo coordinado entre los ministros de Defensa y Asuntos Exteriores.

Tanto Londres como Madrid habían puesto el término "soberanía" encima de la mesa, un concepto difícil de negociar ante la opinión pública sin que haya vencedores y vencidos. La dimensión histórica de la ampliación de la OTAN, con el ingreso de antiguos miembros del Pacto de Varsovia, y la necesidad de poner en marcha cuanto antes la reforma de la Alianza para dar cabida a los nuevos socios, imponía una solución temporal, en la dirección de la tesis española de que no se puede trasladar a la OTAN un problema bilateral, pero que no resuelve el fondo del problema.

Sin embargo, el problema de fondo sigue intacto y Matutes y Cook deberán abordarlo de nuevo en la entrevista que mantendrán el próximo día 10 en Londres.

El ministro principal de Gibraltar, Peter Caruana, que impulsa un proyecto independentista para el Peñón bajo bandera de coveniencia británica, se mostró ayer también satisfecho con la decisión de Londres de desbloquear la reforma de la estructura militar de la OTAN. En su opinión, la declaración británica salvaguarda los intereses gibraltareños ya que no afecta a los "temas de soberanía".

El secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, calificó de "positivo y satisfactorio" el acuerdo alcanzado en el marco de la OTAN, aunque matizó que espera que el presidente del Gobierno le explique personalmente los "términos exactos" del acuerdo.

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