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El Gobierno y el PSOE llegan a un pacto sobre humanidades que deja fuera a los nacionalistas

El Senado pide que las comunidades y los sectores educativos participen en la reforma

El Gobierno y los socialistas sellaron ayer en el Senado un alto el fuego sobre el plan de humanidades de Esperanza Aguirre. Está por ver si la tregua será armisticio, ya que los protagonistas no se pusieron de acuerdo sobre su alcance. El PSOE considera virtualmente retirado el proyecto de decreto de Aguirre y cree que el proceso comienza de nuevo. El Gobierno estima que la Cámara alta, con el voto de 207 de los 231 senadores presentes, respalda su iniciativa de reformar la enseñanza de humanidades. Aguirre mantiene su apelación al diálogo, pero se niega a dar por congelado el proyecto, como sostienen los socialistas. Cogidos en medio, los nacionalistas catalanes y vascos rechazaron elacuerdo.

El desencadenante del pacto fue la extraordinaria preocupación de Aguirre ante la posibilidad de quedarse políticamente aislada en el Congreso en la próxima votación de la proposición no de ley que la portavoz socialista de Educación, Clementina Diez, presentó el pasado día 20. Los socialistas pedían la retirada del proyecto del Gobierno, en consonancia con el rechazo expresado conjuntamente por los consejeros de Educación de Cataluña, el País Vasco, Andalucía y Canarias.El previsible rechazo del Congreso no habría bloqueado jurídicamente la iniciativa de Aguirre, pero sí la habría colocado en un terreno político intransitable. Para desactivar los riesgos en el Congreso, la ministra puso toda la carne en el asador del Senado, especialmente en la mañana de ayer, hasta que llegó a un acuerdo con el portavoz socialista, Juan José Laborda.

Con el rechazo de Convergència i Unió, el PNV, Eusko Alkartasuna e Izquierda Unida, la Cámara alta aprobó una moción de cinco puntos en la que se insta al Ejecutivo a:

-Impulsar un plan de mejora de la enseñanza de humanidades en secundaria.

-Realizar una evaluación de la actual situación, contando para ello con representantes de las comunidades, los centros y los profesores.

-Impulsar un amplio debate social para alcanzar el mayor consenso sobre la definición de las enseñanzas mínimas, los currículos y las programaciones, en el marco de la Ley Orgánica de Ordenación General del Sistema Educativo (LOGSE).

-Adoptar todas las iniciativas necesarias para alcanzar un acuerdo sobre el plan de humanidades que respete las competencias del Gobierno y de los Ejecutivos autonómicos. Recabar la participación de la comunidad científica y educativa mediante la incorporación de expertos propuestos por las diversas Administraciones.

-Intensificar la participación autonómica en el seno de la Conferencia de Educación (Administración central y comunidades con competencias).

Al acuerdo se llegó mediante una enmienda transaccional entre el PP, impulsor de la moción de partida, y el PSOE, promotor de una enmienda. Coalición Canaria sumó sus votos a los dos partidos mayoritarios.

La transacción se produjo en los siguientes términos: el PP retiró de su moción la expresión "proseguir el proceso de elaboración del proyecto de real decreto", y el PSOE retiró la frase "mantener en suspenso la tramitación del proyecto de real decreto".

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