Matanza de campesinos
Hace cinco días que abandoné Colombia, y hoy me levanto con la gélida noticia de 14 campesinos muertos a manos de paramilitares, entre ellos mujeres y niños. Dejé Bogotá a un día de las elecciones para realizar un reportaje gráfico sobre la violencia en Medellín: doce horas de autopista, ocho requisas del Ejército y dos de la guerrilla. De Medellín me dirigí hacia la costa atlántica y, tras finalizar otro trabajo, volví a Bogotá atravesando de nuevo la mitad norte del país.Durante todo el viaje he visto numerosos grupos de soldados, he sufrido doce requisas, me han cacheado quince veces y jamás he pasado por un poblado en el que no hubiera un retén del Ejército cerca. ¿Cómo es posible que un grupo de paramilitares masacre a una población civil, esparzan sus cuerpos por la calle y se den a la fuga sin ser detectados?
He estado cuatro días viviendo entre campesinos, y bastante tienen con sobrevivir como para colaborar con la guerrilla o el Ejército. Cuando aparece un grupo militar se le atiende con el respeto que dan las armas, convirtiéndose en colaboradores de uno y otro bando, con el consiguiente riesgo de ser asesinados.Como en todas - las guerras, es el pueblo el que sufre las consecuencias de la violencia: hambre, muerte y desolación.-