La patronal farmacéutica rechaza "la política de tanteo" del Gobierno

Farmaindustria, la patronal del sector farmacéutico, no acepta lo que interpreta como una aportación íntegra por su parte de los 65.000 millones de pesetas que el Gobierno se quiere ahorrar en sanidad con la rebaja en el precio de los fármacos y se muestra indignada por la "política de tanteo" que, a su juicio, practica "sin un mínimo diálogo". A su vez, José María Cuevas, el presidente de la patronal CEOE, teme que las medidas anunciadas supongan que la industria farmacéutica "tenga que reducir sus inversiones en algo tan importante como la investigación y el desarrollo".

La industria farmacéutica se enteró por un fax de Sanidad, el jueves, justamente al tiempo que el Gobierno lo anunciaba, de la rebaja en los precios de los medicamentos. Sin embargo, del comunicado a los laboratorios no se desprende ni el porcentaje previsto ni una clara referencia a la aplicación del medicamentazo, según asegura, sino sólo "una invitación" a que mantengan hasta el año 2001 las aportaciones que hacen desde 1995 y ofrezcan algo más para ahorrar 65.000 millones de pesetas anuales durante los próximos cuatro años."Lo que nos están pidiendo, en resumen, son 260.000 millones más", explican fuentes de Farmaindustria. Su presidente, Enrique González Hervada, rechaza esta imposición del Gobierno. No obstante, la postura oficial de la asociación, que agrupa a más de 200 laboratorios, se conocerá la próxima semana tras la reunión de su junta de gobierno.

El pasado 25 de noviembre, Sanidad ya no barajaba el ahorro de 65.000 millones sólo con la exclusiones de medicamentos, ya que ese día, en una primera comunicación, propuso a Farmaindustria "una declaración de consenso" en la que se hablaba por primera vez de una reducción de precios. Con ello se buscaban 35.000 millones. Los restantes saldrían del medicamentazo. El rechazo de la patronal recibió contestación dos días después por el citado fax, en el que se daba cuenta de la voluntad ministerial de reducir la factura con la rebaja de precios. "Ni siquiera está claro que sigan pensado en la exclusión de medicamentos", interpretan fuentes de la patronal.

Farmaindustria critica que el Gobierno "esté anunciando medidas sin una mínima negociación con las partes implicadas". Ante el primer anuncio del medicamentazo, calculó que el anterior , aplicado por el Gobierno socialista tras llegarse a un acuerdo, supuso un gasto de 51.000 millones no previstos debido a que la prescipción se desvió a fármacos más caros.Ante un nuevo medicamentazo, González Hervada amenazó con dejar de hacer el descuento del 3% que se viene aplicando desde 1993, pero sus socios le conminaron a negociar. Lo que no se esperaban, dicen, es el giro de los acontecimientos. La anunciada exclusión de medicamentos de baja utilidad terapéutica afectaría básicamente a la industria nacional, radicada en su mayor parte en Cataluña. Los socios nacionalistas del Gobierno ya comentaron la escasa eficacia financiera de esa medida, pero finalmente la han apoyado. Por el contrario, una rebaja de precios afecta a todos los incluidos en la financiación pública.

El precio de los fármacos está intervenido en España y es potestad del Gobierno fijarlo. Precisamente ahora se está fijando el de los nuevos genéricos en sólo un 20% menos que las marcas originales. En su día, el ministro de Sanidad, José Manuel Romay, argumentó que no se podían abaratar más, dado que ya son los más baratos de la Unión Europea.

A su vez, el presidente de la CEOE, José María Cuevas, expresó ayer que el Ejecutivo no puede forzar a Farmaindustria a rebajar los precios de los medicamentos y que ello supondría para ésta hacer algunos "sacrificios" y ver reducido su margen de actuación para realizar inversiones, en algo tan importante para el sector como es la investigación y el desarrollo".

Cuevas señaló que es necesario mejorar la financiación sanitaria, pero mostró sus dudas sobre los esfuerzos efectuados para el control del gasto sanitario. En su criterio, hay parcelas, como ésta, con una inercia de crecimiento que es necesario atajar con la implantación de reformas estructurales. En este sentido, para despejar malentendidos, advirtió que no es que la CEOE abogue por desmantelar la sanidad pública aunque tenga "posiciones diferentes frente al férreo y monopolista sistema público".