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El cubo amarillo quiere ser artista

Medio Ambiente pretende anunciar su plan de basuras con publicidad encubierta en teleseries de éxito

Vicente G. Olaya

La Consejería de Medio Ambiente está dispuesta a que el popular Emilio Aragón no vuelva a tirar la basura de su casa televisiva en el mismo cubo. El Plan de Gestión de residuos de la Comunidad de Madrid (un proyecto de 6.400 millones de pesetas para los próximos tres años, de los que 1.800 se invertirán en publicidad) pretende que las actuales teleseries Médico de familia (8,3 millones de telespectadores) y Querido maestro (4,6 millones) y la futura Periodistas introduzcan publicidad del plan de basuras en sus capítulos.Al igual que ahora una marca de leche o una de pan de molde aparecen sobre la mesa donde desayuna Imañol Arias (Querido maestro), dentro de poco un cubo de basura de color amarillo (el que el Gobierno regional quiere imponer en las viviendas) despuntará en una esquina de la cocina del actor vasco. El plan de gestión de residuos, que arranca oficialmente el próximo 1 de enero, intenta que entre el 20% y el 30% de la basura que se genera en 176, municipios -todos menos Madrid, Arganda y Rivas, que cuentan con su propio plan gestorsea reciclada. El plan quiere convencer a los vecinos de la necesidad de separar en dos cubos diferentes los tetrabriks, latas y plásticos (residuos inorgánicos) del resto de la basura. Los residuos inorgánicos se verterán en unos cubos amarillos que la Consejería de Medio Ambiente repartirá gratuitamente entre los ciudadanos. La Comunidad desea que sean precisamente esos cubos los que aparezcan en las series de televisión mencionadas. Sylvia Enseñat, viceconsejera de Medio Ambiente, comentó al respecto: "La idea surgió cuando conocimos que una ONG había colocado su número telefónico en una de estas series. Estaban buscando familias para acoger a niños huérfeanos. Poco después de aparecer el número en la pantalla, sus líneas telefónicas se colapsaron y consiguieron una familia para cada chaval. El gancho de estas series se puede aprovechar, por tanto, para as . untos sociales y de interés público".Fuentes del sector publicitario reconocen que la idea es factible: "Este tipo de publicidad encubierta es conocida como product placement [colocación de productos]. Está prohibida en la mayoría de los países miembros de la Unión Europea. Una directiva [ley europea] de 1989 lo exige así. Pero España no ha desarrollado por completo esta directiva; por lo que todavía existe un hueco legal para realizar este tipo, de prácticas publicitarias. Las productoras, no reconocen nunca que las realizan, y que cobran por ello. Sin embargo, con ver cualquiera de estas series, te das cuenta de que cada capítulo está lleno de decenas de mensajes publicitarios. Es fácil descubrir entre 20 y 30 mensajes por capítulo. Pocos saben lo que se paga por cada product placement".

El Gobierno regional pronto lo sabrá.

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Sobre la firma

Vicente G. Olaya
Redactor de EL PAÍS especializado en Arqueología, Patrimonio Cultural e Historia. Ha desarrollado su carrera profesional en Antena 3, RNE, Cadena SER, Onda Madrid y EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad CEU-San Pablo.

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