Arganda pide a la Comunidad una Inspección Urgente de un centro para enfermos de sida sin agua ni alcantarillado

El Ayuntamiento de Arganda exigió ayer a la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid que inspeccione "con urgencia" un centro de atención a enfermos terminales de sida que la organización Remar tiene en el municipio y cuya situación ha sido denunciada por varios internos. En una visita previa, técnicos del Ayuntamiento de Arganda constataron que las tres viviendas del complejo Las Casitas (enclavadas en una antigua vaquería a cinco kilómetros del casco del pueblo) carecen de agua potable y alcantarillado. Actualmente hay 28 internos que beben agua envasada y utilizan una fosa aséptica. También residen en Las Casitas enfermos psiquiátricos e indigentes que no reciben atención médica especializada.Según varios internos, Remar utiliza a los indigentes y enfermos menos graves para trabajos no remunerados, como fontanería, carpintería y albañilería. "En algunos casos también requisan las cartillas del banco. y tarjetas de crédito a aquellos enfermos que reciben algún tipo de ayuda económica", afirma Luis, un enfermo al que sus compañeros tienen que llevar la comida a la cama por el avanzado estado de su enfermedad. Manuel, otro de los internos, asegura que los alimentos están en malas condiciones, muchos de ellos caducados. "Se los dan en Mercamadrid porque están a punto de caducar y no los quiere nadie". Este enfermo asegura que en ocasiones permanece en cama tres o cuatro días haciéndose sus necesidades, porque él solo no puede ir al servicio.

Sin embargo, todas estas denuncias son negadas por un portavoz de Remar que definió el centro como una instalación de reposo que ha creado la organización con el fin de que enfermos a los que nadie quiere no estén en la calle. Según este testimonio, algunos enfermos son enviados directamente de los hospitales, con sus respectivos historiales clínicos y con el tratamiento para cada uno. Este portavoz niega que la comida esté caducada, aunque reconoce que se trata de donativos "que hace Mercamadrid", y justifica quedarse con parte del dinero para "mantenimiento del centro". "Si no, se lo vuelven a gastar en droga".