Intimidad compartida
El público que asistió al recital de Dina Rot era mayoritariamente argentino. ¿Es tan distante la preferencia del público madrileño por lo europeo frente a lo hispano y latinoamericano? Dina Rot es una figura histórica de la música popular de este siglo. Poemas de los latinoamericanos Pablo Neruda, César Vallejo o León Felipe, o del poeta turco Nassim Hikmet escritos desde la cárcel, fueron puestos en música por esta cantante en los sesenta y los setenta con una fuerza y un sentido melódico que aún hoy se recuerdan con nostalgia.El exilio en España tras la dictadura militar del 76 en Argentina quebró de raíz la proyección pública de su voz, aunque no su dedicación a la docencia, la musicoterapia y la reflexión. El regreso a los escenarios de Dina Rot tenía, pues, especial carga simbólica. Así se experimentó en Buenos Aires antes del verano, y ahora en Madrid.
Dina Rot
Dina Rot (voz). Poemas de Juan Gelman y Clarisse Nicoidsky. Con Carlos Cuéllar (guitarra), Irina Comensaña (violonchelo), Sandra Mirabal (clarinete) y Dimitri Psonis (santuri y saz).Círculo de Bellas Artes. Madrid, 10 de noviembre.
"La vida a veces te hace regalos inesperados", dijo a modo de introducción en el Círculo de Bellas Artes, como tratando de explicar que había encontrado una excusa para volver. Dina Rot cantó y recitó con emoción contenida 18 temas grabados en un disco-libro editado hace unos meses por El Europeo, sobre poemas en lengua sefardí de Clarisse Nicoidsky (1938-1996), escritora cuya familia procede de Sarajevo aunque ella se haya expresado habitualmente en francés, y de Juan Gelman, poeta argentino de origen askenazi.
La musicalidad de la lengua sefardí conmovía. La sobriedad y el buen gusto de Dina Rot, con un pequeño grupo de cámara de cuatro instrumentistas, dieron al recital un carácter de confidencia compartida. La belleza surgía de la palabra poética; las sugerencias se multiplicaban como en un juego de espejos.
No hizo Dina Rot concesiones al sentimentalismo. Toda su actuación estuvo envuelta de susurros intimistas, de atención al espíritu, diáfano de las letras y a la mirada sin resentimientos hacia la tragedia de la historia. Recitó con una claridad pasmosa, vocalizando hasta el último silencio. Proyectó su canto desde las entrañas, pero sin perder la cercanía de la solidaridad.
Babelia
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