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Una misión española halla en Siria las pinturas más antiguas de Oriente Próximo

Realizadas en el suelo de una casa, tienen 8.500 años y representan a 20 mujeres

Jacinto Antón

La misión arqueológica de la Universidad Autónoma de Barcelona en Tell Halula, en el valle del Éufrates (norte de Siria), ha realizado un hallazgo excepcional: unas figuritas femeninas dibujadas hace 8.500 años que constituyen la primera representación humana pintada que se conoce en Oriente Próximo. Hasta ahora, ese récord lo poseían los frescos de Çatal Hüyük, en Anatolia central, 1.000 años más modernos. El grupo de mujeres de Tell Halula, en color rojo y con las partes del cuerpo vinculadas a la fecundidad -pecho y caderas- muy resaltadas, estaba representado en el suelo de una casa del gran asentamiento prehistórico que excava la misión.

Ante la importancia del hallazgo y la imposibilidad de preservarlo en el mismo lugar, el Ministerio de Cultura, del que depende la misión, desplazó urgentemente a una especialista para consolidar y extraer las pinturas, que, de acuerdo con el Gobierno sirio, han sido trasladadas al museo de Alepo.Las pinturas aparecieron en el último momento de la campaña de este año, finalizada en octubre, al excavar la habitación principal de una vivienda, la casa 4E, correspondiente a la etapa del neolítico precerámico. Realizadas sobre el suelo de enlucido de cal, cerca del hogar, representan un conjunto de unas 20 figuras humanas esquemáticas dibujadas de frente y de perfil y que, en grupos, parecen girar en torno a un objeto central.

Miquel Molist, director de la misión, subrayó ayer la importancia del hallazgo y dijo que, aparte del valor artístico e histórico, de primera magnitud, aportará una gran documentación sobre el mundo simbólico y religioso de las poblaciones de la primera agricultura y ganadería. "Los documentos pictóricos son muy raros en la prehistoria, aunque nosotros, en España, estamos acostumbrados por la pintura rupestre del mundo cantábrico y levantino", apuntó.

Los arqueólogos interpretan que las pinturas de Tell Halula, que ocupan una superficie de 1,50 x 1,20 metros, pueden representar una danza en torno a un edificio singular, quizá un templo, y no descartan hallar otras. Resulta un misterio por qué fueron realizadas en un lugar tan raro de la habitación, en el suelo, y no en las paredes. Está claro que se hacía vida cotidiana encima de ellas y se las pisaba. "Quizá tenían un sentido decorativo y no religioso, como una alfombra", indica Molins.

En esta campaña que acaba de concluir, la séptima de la misión en Tell Halula, se han producido otros hallazgos de gran interés, como una serie de sepulturas en el interior de otra de las viviendas excavadas, que prueba que los vivos compartían espacio con los muertos. Estos enterramientos son pequeñas fosas con los cuerpos de individuos -de diferentes edades y sexos- en posición agachada y con ajuares funerarios (diademas y brazaletes de conchas, útiles de obsidiana y hueso).

La misión de Tell Halula forma parte del proyecto internacional de salvamento del patrimonio arqueológico que quedará anegado hacia el año 2000 por la construcción de la presa del Tchrine.

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Sobre la firma

Jacinto Antón
Redactor de Cultura, colabora con la Cadena Ser y es autor de dos libros que reúnen sus crónicas. Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona y en Interpretación por el Institut del Teatre, trabajó en el Teatre Lliure. Primer Premio Nacional de Periodismo Cultural, protagonizó la serie de documentales de TVE 'El reportero de la historia'.

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