Los editores premian el coraje de la librería Lagun de San Sebastián
María Teresa Castells, propietaria de la librería Lagun, de San Sebastián, ha sido galardonada por la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE) con el premio al Mejor Librero del Año. El galardón lo recibirá hoy, en un acto que se celebrará en la librería Lagun. "Nos tocó resistir durante el franquismo y ahora luchamos por conseguir algo que es tan necesario para el ser humano como la paz", señaló ayer Castells al conocer la noticia. Durante el pasado año, Lagun fue atacada en varias ocasiones por grupos violentos del entorno de ETA que intentaron incendiar el local y lanzaron cócteles mólotov y botes de pintura contra los libros expuestos. Este tipo de acciones fueron condenados en su día por artistas y escritores de toda España.
La librería Lagun se abrió en 1968, y las paredes de la trastienda albergaron muchas reuniones clandestinas. Los participantes en estos encuentros perseguían la libertad de una España y de un País Vasco que sufrían la dictadura de Franco. Ahora sus propietarios llevan a cabo otro tipo de lucha, y es la de intentar conseguir la paz para una Euskadi amenazada por el terrorismo de ETA.
Castells, emocionada con el reconocimiento a su trabajo por parte de los editores, no quiere olvidar su oficio de librera y sale en defensa de las pequeñas librerías que, en muchas ocasiones, están siendo sepultadas por los macrocentros que se ubican en grandes superficies. "Sigo pensando que es en el trato directo con la gente donde se producen las mejores ventas de libros. Y abogo por la recuperación de los cascos viejos de las ciudades, para que en esos lugares sigan existiendo las pequeñas librerías".
Libros prohibidos
En la trastienda de Lagun se vendieron de forma clandestina libros prohibidos durante el franquismo. Castells estuvo un mes en la cárcel por negarse a pagar una multa que le impuso el Gobierno tras ser detenida por protestar por el fusilamiento de cinco personas en 1975, dos de las cuales pertenecían a ETA y tres al FRAP. Esta librería, ubicada en el corazón de la parte vieja donostiarra, ha sido objeto de múltiples ataques violentos a lo largo de su existencia. "Primero fueron los guerrilleros de Cristo Rey quienes nos lanzaban cócteles mólotov, hoy son los jóvenes que apoyan a ETA los que queman libros y los tiñen de pintura", señala Castells. En los últimos días de 1996, la librería sufrió varios ataques de los simpatizantes de esa organización terrorista que causaron importantes destrozos en la tienda.La FGGE, que representa a más de 700 editoriales privadas de toda España, resaltó a la hora de otorgar el premio a Castells que haya defendido "con tesón y valentía" el derecho a la venta y divulgación de toda clase de libros. Los editores creen que la librera donostiarra se ha destacado a lo largo de su vida por defender "el derecho a la libre y pacífica circulación de ideas y opiniones, sean de la ideología que sean".
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.