Campaña británica a favor de Louise Woodward
Miles de personas piden clemencia para la 'canguro' condenada en EE UU
Decenas de miles de británicos se han movilizado pidiendo clemencia para la niñera británica Louise Woodward, de 19 años, condenada a cadena perpetua en EE UU por la muerte del bebé al que cuidaba. La ciudad natal de esta canguro, Elton, se ha convertido ya en lugar de peregrinación, donde abundan los lazos amarillos. Mientras, el Gobierno británico rechazó ayer las peticiones para que ejerza presiones diplomáticas a favor de Woodward.Louise Woodward fue hallada culpable la pasada semana por un jurado de Cambridge, en el estado norteamericano de Massachussets, de la acusación de asesinato en segundo grado del bebé de ocho meses Matthew Eappen, y condenada a cadena perpetua. Con este veredicto, Woodward tendrá que cumplir un mínimo de 15 años de cárcel.
La sentencia ha provocado rabia y conmoción en el Reino Unido donde la opinión pública cree en la declaración de inocencia que la joven ha mantenido a lo largo de todo el juicio y considera que la dureza de la condena es fruto, en buena medida, de la xenofobia.
Woodward marchó a EE UU en el marco del programa de una agencia que todos los años gestiona el que centenares de jóvenes europeas puedan conocer la vida y la cultura norteamericana cuidando niños a cambio de alojamiento, comida y gastos de bolsillo.
El pequeño Eappen, el menor de los dos niños de la familia con la que residía Woodward en Cambridge, murió a consecuencia de una fractura de cráneo que, según los testimonios de los expertos presentados por la acusación, fue el resultado de los violentos golpes que le habría asestado su canguro.
La población de la pequeña localidad de Elton, en el noroeste del Reino Unido, niega rotundamente que Woodward pueda haber cometido semejante crimen. Desde que el viernes se conoció el veredicto, no han cesado de llegar a Elton donaciones procedentes de todo el Reino Unido y EE UU destinadas a hacer frente a los gastos que genera la defensa legal de Woodward.
En la iglesia del pueblo, ciudadanos de todas las edades preparan lazos amarillos que son vendidos a todos aquellos que creen a Woodward inocente mientras confían en que el juez, que ya ha convocado de nuevo a los procuradores y abogados de la defensa para reunirse con ellos esta semana, reduzca la pena impuesta.
Las campanas tocaron el domingo por la joven a la que también fue dedicada la misa. Todas las calles de la localidad están adornadas con lazos amarillos y hasta el pub local se ha convertido en un centro de recaudación de ayudas para contribuir a financiar la estancia de- los padres de Woodward en EE UU.
"Hay miles y miles de personas en el mundo entero que contactan con nosotros para manifestarnos su solidaridad", aseguraba ayer una de las coordinadoras de la campaña al añadir: "El apoyo es tan grande que nos es muy difícil responder a todas las llamadas".
En Londres, Hillary Clinton, la esposa del presidente norteamericano que se hallaba de visita en la capital británica, tuvo ayer que enfrentarse a una pequeña manifestación de partidarias de Woodward.
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