Un comediante entre el humor y la poesía

En Trenes rigurosamente vigilados, la película que obtuvo en 1966 el Oscar a la mejor película extranjera, ya se encontraban todas las claves de la trayectoria posterior de Jiri Menzel (Praga, 108). A partir de la novela de Bohumil Hrabal, aquel inolvidable filme basculaba entre el humor y la poesía, el deseo amoroso y la ironía. Algunas escenas, como el matasellado del trasero de una rubia joven por parte del antihéroe de Trenes rigurosamente vigilados revelaban, en un tono agridulce, mucho más sobre la cotidianeidad de la resistencia al nazismo que muchos ensayos.Actor, director de teatro y realizador de cine, Menzel ha desarrollado una carrera siempre sobre la base de la comedia, de la observación de detalles, de una mirada entre tierna y cáustica sobre la vida de todos los días. En muchas ocasiones, de la mano del novelista Hrabal. Comediante en el sentido más global, Jiri Menzel ha compaginado el teatro, que siempre ha considerado una diversión, con el cine, que ha ejercido más como una profesión. A sus casi 60 años, Menzel ya ha pasado a los libros como uno de los grandes creadores checos que pudieron sobrevivir a décadas de dictadura comunista. Contra viento y marea, gentes como Jiri Menzel o Václav Havel han dado testimonio de una de las culturas más ricas de Europa.