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Indonesia, obtiene del FMI y otros países una ayuda cercana a los 4,4 billones de pesetas

La comunidad internacional, dirigida por el Fondo Monetario Internacional FMI), acudió ayer al rescate de Indonesia, uno de los tigres más afectados por la crisis financiera del sureste asiático, para concederle un préstamo de 30.000 millones de dólares (4,4 billones de pesetas) a cambio de la aplicación de un duro plan de ajuste. Es el segundo país, tras Tailandia, que es socorrido masivamente por la institución multilateral. Pese a esta ayuda, la incertidumbre en los mercados asiáticos persiste y se está trasladando de forma preocupante a Latinoamérica. Las autoridades argentinas y brasileñas descartaron ayer devaluar sus monedas, pero se vieron forzadas a subir sus tipos de interés.

El alto nerviosismo está provocando una sesiones muy volátiles en Europa y en Estados Unidos. La posibilidad de que la sucesión de devaluaciones sufrida en Asia se reproduzca en Iberoamérica amenaza con provocar una crisis financiera mundial de consecuencias imprevisibles.Con el fin de restaurar la credibilidad de los inversores en los mercados emergentes y frenar el deterioro en la región del sureste asiático, el Fondo Monetario Internacional cerró ayer un acuerdo con Indonesia para poner en marcha un duro programa de ajuste, a cambio de la concesión de un préstamo que ronda los 30.000 millones de dólares (cerca de 4,4 billones de pesetas al cambio actual).

Se trata del segundo mayor paquete de ayuda internacional concedido a un miembro del FMI después de los 50.000 millones de dólares que se destinaron a México, a principios de 1995, para superar la crisis del peso.

En una declaración leída por el ministro de Finanzas indonesio, Mar`ie Muhammad, el Gobierno de Yakarta expresaba su convencimiento de que el plan trianual de reestructuración, cuya aplicación vigilará la institución multilateral, "servirá para restaurar la salud de la economía de Indonesia".

El Ejecutivo reconoce que el incremento del producto interior bruto (PIB) se frenará de forma notable en los próximos dos años, pero augura una tasa de crecimiento del 7% para el ejercicio de 1998 como resultado de la aplicación de este plan.

Pequeña recuperación

Entre las medidas previstas destacan la reforma del sistema fiscal y del sistema bancario, una mayor disciplina presupuestaria, la reducción de los aranceles a la importación y de las trabas a la exportación y la liberalización del sector agrícola, así como un mayor control de la inflación.El Gobierno indonesio no quiso precisar el importe total del crédito, pero los cálculos de los expertos apuntan a 30.000 millones de dólares o quizá más. El FMI aportará 10.000 millones de dólares , mientras que el Banco para el Desarrollo Asiático (BDA) contribuirá con 3.500 millones de dólares y el Banco Mundial con 4.500 millones.

Fuentes cercanas a la negociación señalaron que Estados Unidos planea conceder 3.000 millones de dólares (unos 435.000 millónes de pesetas), que se sumarían a los 5.000 de Singapur y los 4.000 o 5.000 millones de Japón. Australia ya anunció que está dispuesta a prestar hasta 1.000 millones, igual que Malaisia.

La Bolsa local acogió con frialdad el acuerdo, porque frenará el crecimiento a corto plazo. El principal índice del mercado de valores de Yakarta cerró con una pérdida del 0,49%. Otras bolsas asiáticas sí lograron ayer recuperarse un poco. Tokio subió un 0,57% y Hong Kong, un 2,52%. Los mercados emergentes de Iberoamérica, sin embargo, continuaron sumidos en el pesimismo. La inestabilidad aumentó ayer por el fuerte incremento de los tipos de interés que aplicó Brasil para disuadir a quienes piden prestado para especular contra el real.

El banco central brasileño elevó del 20% al 40% su tasa de referencia. Fuentes del mercado cifran en 8.000 millones de dólares (1,16 billones de pesetas) las reservas que se ha gastado la autoridad monetaria esta semana para defender el tipo de cambio de su moneda, vinculada al dólar estadounidense. La Bolsa de Sáo Paulo abrió al alza. Aunque inmediatamente pasó a los números rojos y a media sesión perdía un 4,16%, logró cerrar la sesión con un avance del. 1,48%. En cambio, la de Buenos Aires ganaba a una hora del cierre un 5,02%.

El presidente, Carlos Menem, declaró haber recibido una llamada telefónica de su homólogo brasileño, Fernando Henrique Cardoso, con garantías de que no devaluará. "Brasil no devalúa. Hablé con su presidente y me dijo que devaluar sería una verdadera locura y que no quiere vivir la experiencia de otros países y de otras épocas", declaró Menem, según informa El ministro de Economía argentino, Roque Fernández, rechazó tajantamente que los ataques especulativos sufridos esta semana por las bolsas de Buenos Aires y Sao Paulo, que registraron fuertes caídas, puedan acabar con la vigencia de la Ley de Convertibilidad, que en abril de 1991 estableció la paridad entre el peso y el dólar, derrotó la hiperinflación del período anterior y permitió la estabilidad económica del país y la apertura de empresas públicas a la inversión privada.

Los efectos en México están siendo mas moderados. La Bolsa mexicana registraba a mediodía de ayer un suave descenso, aunque consiguió al cierre un avance del 0,40%, informa desde México Maite Rico.

Las miradas estaban puestas en el mercado de Brasil cuyo desplome, el jueves, llevó al mexicano a perder 3,45%. Con todo, y a pesar de los riesgos, la Bolsa de México ha resistido los embates durante estos cuatro días negros con mayor fortaleza que la argentina o la brasileña. Después de la dramática caída del 13,34% experimentada el lunes, el repunte del martes, de un 11,69%, devolvió el respiro a los accionistas.

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