Vehículos eléctricos eficaces para evitar la contaminación
Cuando Edison, poco antes de morir, afirmó que era evidente que el interior de una ciudad en el futuro iba a ser eléctrico, seguramente no pensaba en el transporte. Los vehículos eléctricos son la alternativa más probable a los térmicos, como se denominan los vehículos de motor convencional (gasolina o diesel). La contaminación de las ciudades, producida en un 75% por la combustión de los motores térmicos, se tiene que reducir y las reservas explotables de petróleo se están agotando. Pero las perspectivas comerciales de los automóviles eléctricos aún se ven limitadas por su escasa autonomía (entre 80 y 100 kilómetros), pocas prestaciones (la velocidad máxima no supera los 90 kilómetros hora) y un precio elevado (alrededor de tres millones de pesetas).Un centenar de expertos ha debatido recientemente, en unas jornadas celebradas en la Embajada de Francia en Madrid, las posibilidades que ofrecen los vehículos eléctricos para reducir la contaminación urbana.
El vehículo eléctrico es limpio. La emisión de gases a la atmósfera, como el monóxido de carbono (C0) o los hidrocarburos (HC), es nula. Además, aunque los estudios son difíciles de realizar, Philippe Aussourd, auditor general del departamento de Transportes Eléctricos de Electricité de France (EDF), afirma, que con los vehículos eléctricos se obtiene un ahorro energético global del 60%. Esto se debe en parte al elevado rendimiento del motor eléctrico, de funcionamiento más uniforme que el térmico. A esto se añade, que el motor eléctrico deja de funcionar en cada detención. El motor eléctrico no consume nada durante las frecuentes paradas en el tráfico urbano. Su capacidad para recuperar entre un 10% y un 15% de la energía en el frenado con motor o en los descensos es otra aportación más del ahorro.
Aussourd niega que el problema de la contaminación se traslade en parte de la ciudad a la central eléctrica. Argumenta, que la electricidad de origen hidráulico o nuclear (en España alrededor de un 15% y un 25% respectivamente) es limpia y que sólo la producción de electricidad a partir de combustibles sólidos (en España alrededor de un 60%) emite contaminantes a la atmósfera. Además, la producción en centrales térmicas aprovecha mejor la energía de los combustibles que los motores de los vehículos térmicos, ya que las primeras funcionan en un régimen casi constante y con un alto rendimiento, mientras que el régimen de los motores varía mucho en los desplazamientos urbanos.
Híbridos
Por último, Aussourd resalta, que es más fácil controlar las emisiones contaminantes de algo puntual como una central eléctrica, que de los numerosos tubos de escape, en gran parte mal regulados, de los vehículos térmicos. Los vehículos eléctricos no son sólo limpios, sino que además son silenciosos. El único ruido perceptible de estos automóviles es el roce de los neumáticos con la calzada.Varios constructores de automóviles han apostado por el desarrollo de un vehículo híbrido, que combine las ventajas de un vehículo térmico y de uno eléctrico. Pertenecen principalmente a dos tipos: los híbridos con motores en paralelo, y los híbridos con motores en serie. En los primeros la energía mecánica se transmite a las ruedas por un motor térmico o por uno eléctrico alimentado por una batería, que se recarga a su vez por el motor térmico. En la ciudad y en los arranques, en los que se emiten el 80% de los contaminantes, el motor siempre será eléctrico, mientras que en los largos trayectos de carrera podrá ser térmico. En los híbridos con motores en serie, el motor térmico mueve el eléctrico, que a su vez hace que giren las ruedas.
Este sistema permite un funcionamiento en régimen constante de los motores térmicos, lo cual optimiza su funcionamiento. Estos motores híbridos son aparentemente más útiles para camiones y autobuses que para coches particulares, ya que el coste es aún más elevado que el de un vehículo eléctrico puro. Además los motores híbridos ocupan mucho espacio, escaso en los coches particulares. Un autobús híbrido disminuye entre 5 y 15 veces la emisión de contaminantes y su consumo decrece entre un 10% y un 15%.
En las jornadas los expertos coincidieron en la necesidad de subvenciones a la compra de un vehículo eléctrico para abaratar el precio. Ellos confian en que cuando estos automóviles se fabriquen en serie, el costo sea parecido al de los modelos térmicos
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