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Una exposición y un montaje teatral recuerdan la vigencia de Strindberg

Madrid dedica dos semanas a la memoria del autor sueco

Miguel Ángel Villena

Representado una y otra vez, en distintos países, con versiones diferentes, August Strindberg (1849-1912) es uno de los autores teatrales que mantiene una constante actualidad y que resiste sobre las tablas el paso del tiempo. "La universalidad de sus temas y de los conflictos que plantea es lo que explica la vigencia de su' teatro", señaló ayer Magnus Florin, dramaturgo del prestigioso Dramaten de Estocolmo y uno de los mayores estudiosos de Strindberg. Una reunión de Florin con autores, directores y actores españoles abrió ayer en Madrid dos semanas dedicadas al autor de La señorita Julia.

En opinión de Florin, "Strindberg fue un gran investigador del teatro, un dramaturgo con una obra inmensa y variada que abarca desde obras hiperrealistas hasta textos que incluyen sueños y alucinaciones-. Asimismo, el escritor sueco fue un innovador de la fotografía, parte de cuya obra se expone estos días en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, hasta el punto de que Florin comentó: "Si hubiera vivido en nuestros tiempos, sería un navegante de Internet, sin duda".

El actor y director teatral Gaspar Cano, experto en la obra de Strindberg, indicó que al dramaturgo le encantaba fotografiarse "disfrazado de aquello que le gustaba ser: como escritor, como aventurero, como deportista..." A modo de ejemplo sobre la concepción de la vida como un teatro, como un escenario, Cano contó que Strindberg "vendó todos los muebles de su casa para olvidar más pronto el abandono de una de sus mujeres, la actriz noruega Harriet Bosse".

'La más fuerte'

El propio Cano dirige a partir del 28 de octubre en la sala del Círculo La más fuerte, "una obra donde dos mujeres, dos actrices, se enfrentan a dúo en el drama más brillante y misterioso del teatro". Blanca Portillo y Nuria Gallardo intercambian en la misma sesión sus personajes: la señorita X y mademoiselle Y."En realidad se trata", afirma Cano, "de dos interpretaciones de la misma obra, dos puntos de vista, dos montajes para asistir en palabras de Strindberg al brutal, cínico y despiadado espectáculo de la vida". Como contrapunto, en otra pieza breve, Gaspar Cano y Chete Lera encarnan a los dos personajes de El hombre de la flor en la boca. "Este duro y poético texto de Luigi Pirande'llo", explica Cano, "supera el tiempo desde su composición para presentarnos, orgulloso, al hombre que encara la muerte".

Las dos próximas semanas dedicadas a la memoria de Strindberg, dentro del Festival de otoño de Madrid, servirán para difundir en España el trabajo del prestigioso Dramaten de Estocolmo. Con cerca de 500 personas trabajando en esta institución teatral, una de las más importantes del mundo y que ha formado figuras de la escena y del cine como Ingmar Bergman o Max von Sydow, el Dramaten cuenta con una compañía estable integrada por 90 actores.Fundada en 1787 con los auspicios del rey Gustavo III y al mismo tiempo que la Academia Sueca, "la permanencia del Dramaten ha permitido mantener un alto nivel en el teatro sueco", según opinó Magnus, Florin. La prolongada trayectoria de este teatro estatal y subvencionado no impide que la lucha por la financiación pública aparezca de vez en cuando. No obstante, nadie discute en Suecia la necesidad de contar con una compañía estable o un centro de estudios teatrales como el Dramaten.

La personalidad de August Strindberg sigue marcando la actividad del Dramaten. Comparable a la importancia como referente que puedan tener Lope de Vega y Calderón de la Barca en España, Magnus Florin declaró ayer que "muchos actores suecos se aficionan al teatro a partir de su acercamiento a Strindberg".

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