Meg Ryan: "Cobro menos que Gibson o Schwarzenegger, pero sufro menos presión"
La actriz no piensa cambiar su imagen de chica encantadora
Sonriente, simpática, tierna... Meg Ryan (Fairfield, Connecticut, EEUU, 1961) se mostró así ayer ante la prensa barcelonesa. La actriz, que ha estado unos días en la capital catalana para rodar un anuncio navideño de cava, no rehuyó ninguna pregunta, ni las profesionales ni las personales. Admitió que gana menos que muchos de sus colegas varones de Hollywood, pero no parece importarle: "Cobro menos que Gibson o Schwarzenegger. Es lógico... mis películas recaudan menos. Además, no sufro la presión que soportan ellos".
Ryan insistió en que los honorarios de los actores no son aleatorios, sino que están vinculados al taquillaje. "Si Jim Carrey gana lo que gana es porque sus filmes hacen una caja altísima", ejemplificó. Reconoció, no obstante, que por lo general las actrices ganan menos que los actores en Estados Unidos. Aunque, añadió, esta realidad está cambiando y los sueldos de las mujeres se aproximan cada vez más a los de los hombres, lo que atribuyó a que aumenta la presencia femenina en las plateas de los cines.Respecto a la imagen de chica amable y encantadora que ofrece en sus películas, Ryan se declaró contenta de ella. "Me siento satisfecha y no creo que haya mucho que quiera cambiar", confesó la actriz, cuyo último filme estrenado en España -el verano pasado- es Adictos al amor, con Matthew Broderick. En cuanto a sus proyectos, la protagonista de comedias tan conocidas como Cuando Harry encontró a Sally y Algo para recordar tiene en cartera un drama romántico que se estrenará el próximo abril en su país y en el que actúa junto a Nicholas Cage.
Después prevé participar en "una película independiente" con Sean Penn, la esposa de éste, Robin Wright, y Kevin Spacey. En este filme encarna a "una bailarina de strip-tease", reveló la actriz. Entretanto, pondrá voz al personaje principal de una película de dibujos animados, Anastasia, realizada por su productora, Prufrock Pictures, que se estrenó con French kiss. Anastasia, según dijo Ryan, quiere competir en calidad con las producciones de Disney.
La actriz, que empezó su carrera profesional haciendo anuncios de champús y desodorantes, accedió a hacer la promoción del cava Freixenet -aun sin conocer este producto- porque le gustaron mucho los vídeos que le enseñaron de sus predecesores en la misma tarea, en particular de Paul Newman, Sharon Stone y Kim Basinger. "Los anuncios desprendían mucho glamour y un gran sentido del humor, y acepté", confesó. A la pregunta de por qué rechazó el papel protagonista de El silencio de los corderos y Pretty woman, contestó con una broma: "Quizá esas películas no hubieran sido tan buenas si las hubiese hecho yo".
Ryan, periodista de formación aunque nunca ha ejercido como tal, respondió con amabilidad a las preguntas sobre su vida privada. Sobre su - marido, Dennis Quaid, dijo que está "monísimo, muy guapo"; de su hijo Jack, de cinco años, comentó que no le gusta estar mucho tiempo separada de él y por eso sus viajes son cortos. A la pregunta de si besa mejor Billy Cristal o Andy García, contestó: "Eso es algo muy íntimo que guardo para mí".
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