Los políticos brasileños desembarcan en España a la búsqueda de inversiones

Las autoridades brasileñas no parecen dispuestas a dejar escapar el afán de inversiones en el exterior que viven algunas empresas españolas. En menos de 15 días dos gobernadores de Estados brasileños han visitado España con la maleta repleta de ofertas para que compañías españolas dedicadas a la energía, la construcción o la banca, entre otras, acepten formar parte del ambicioso plan de privatizaciones que ha abordado la Administración del presidente Fernando Henrique Cardoso.El primero en abrir el fuego fue Antonio Britto, gobernador de Río Grande do Sul. El viernes le tocó el turno a Eduardo Brandao de Azeredo, gobernador de Minas Gerais, el segundo estado más grande de Brasil, con un Producto Interior Bruto de 64.000 millones de dólares, superior, por ejemplo, al de Chile o Colombia.

Para Azeredo no hay nada extraño en la liberalización a marchas forzadas que se ha iniciado en Brasil: "Se están produciendo privatizaciones a gran escala porque ésta es una tendencia mundial y porque el Gobierno necesita recursos para atender las necesidades de los ciudadanos., Además en algunos aspectos es cierto que el sector privado es mejor gestor que el público".

Los objetivos fundamentales que persigue la venta masiva de empresas públicas son, a juicio de Azeredo, tres: salud, educación y seguridad, "además de mejorar el servicio público y abaratar los costes para el Gobierno".

La elección de España como uno de los principales inversores -empresas como Endesa, Iberdrola, Gas Natural o el Banco de Santander ya han realizado inversiones millonarias- no se basa sólo en afinidades culturales. "España es un país que gracias a su crecimiento económico posee grandes recursos financieros disponibles. En algunos casos concretos, aparte del interés por la compra, la afinidad cultural entre ambos países ha facilitado las negociaciones" reconoce el político brasileño, quien subraya que este proceso no es flor de un día. "No nos parece probable que ocurra una regresión en las inversiones ya que éstas no son de mercado, sino que se dirigen a las infraestructuras".

El 'descubrimiento' de Brasil

Azeredo cree que este descubrimiento de Brasil por las empresas españolas viene a nivelar una situación de pocas relaciones económicas que no se justificaba del todo. "Tanto el potencial como el tamaño de Brasil no justifican que las relaciones económicas con España se limiten a un pequeño intercambio entre ambos países. Además no hay una preferencia por el capital español, sino una búsqueda de éste capital".

Sobre la liberalización del mercado americano, Azeredo piensa que debe hacerse en igualdad de condiciones con los demás países y critica la política proteccionista de Estados Unidos. "Tenernos una serie de productos que son muy competitivos en los mercados, por ejemplo, naranjas o zapatos. Nosotros no gravamos con impuestos en aduana muchos productos y sin embargo vemos como a nuestros productos competitivos se les grava. Las barreras americanas a los productos brasileños suponen unas pérdidas de alrededor de 5.000 millones de dólares anuales" (unos 750.000 millones de pesetas).