El patrocinador de la negociación en Colombia pide la renuncia de Samper

"La paz está de un cacho [muy cerquita] si así lo quiere el presidente", reafirmó ayer el candidato liberal colombiano Juan Manuel Santos horas después de revelar un plan de paz con la guerrilla y los, grupos de autodefensa, al margen del Gobierno. Según Santos, Ernesto Samper se está convirtiendo en un obstáculo para la reconciliación. "Le ruego encarecidamente que no se interponga", le pidió al presidente. "¿Qué significa que el Gobierno no se interponga?", preguntó a Santos un periodista. "Que contribuya la fórmula de buscar la paz. Que el presidente renuncie podría ser la fórmula".

"Una gestión paralela de paz desestabiliza la República", respondió de inmediato el presidente y pidió a los candidatos no utilizar este asunto para conseguir votos. La Constitución de 1991, recordó Samper "radicó en la cabeza del presidente como comandante supremo de las Fuerzas Armadas, el mantenimiento del orden público y la dirección de los procesos de paz".Ayer la "fórmula de paz" como la llaman sus patrocinadores, o "compló" como lo denomina el Gobierno, seguía generando distintas reacciones. Se empezó a ver también con claridad que no hay una total unidad de criterio entre los implicados. Lo que los une es la desesperación -sentida también por muchos colombianos-, generada por una guerra interminable agudizada por la falta de autoridad moral del actual Gobierno.

"No hubiera participado en pedirle la renuncia al presidente Samper", explicó el ex presidente Alfonso López Michelsen, uno de los partidarios de la propuesta, si la propuesta fuera un compló. Según López Michelsen, la idea era pedirle al primer mandatario que le diera "una palomita" [una oportunidad] al vicepresidente Carlos Lemos -actual embajador en el Reino Unido- para así desbloquear una situación sin salida: los grupos alzados en armas han insistido en que con este Gobierno lleno de "incoherencias"', según señalaron las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en su último comunicado, no negociarán. Según López Michelsen, los planes quedaron en la cuerda floja ya que las FARC se anticiparon a presentar como de su autoría lo que formaba parte del esquema que se estaba elaborando.

El pasado viernes, en un sorpresivo viraje en su posición, las FARC en un comunicado repleto de frases contra el Gobierno de Samper pidieron el desalojo militar de cinco municipios durante 120 días para iniciar un proceso que tendría como objetivo la convocatoria a una Asamblea Constituyente. Entre líneas se leía que la propuesta no estaba dirigida al presidente sino a los tres poderes públicos. La propuesta de Santos incluye como punto central la revisión de la estructura del Estado en una Asamblea Constituyente.

La iniciativa, de paz ha generado discrepancias en el seno de los partidos Políticos. "Todo lo que se haga para lograr la concordia y la paz es bienvenido", dijo el codirector del Partido Liberal Luis Fernando Jaramillo. Pero un senador del PL, Emilio Lébolo, no está de acuerdo: "Una Constituyente ¿para qué?; nadie ha dicho para qué serviría". El presidente del directorio del Partido Conservador, José Antonio Gómez dijo: "Ante la incapacidad de Samper para llevar las riendas del país y su falta de credibilidad, un Gobierno de Lemos de transición y de compromiso para la paz puede ser lo más indicado".

En el grupo de los que apoyan la idea están varios dirigentes sindicales, el escritor Gabriel García Márquez, tres ex presidentes -Alfonso López Michelsen, César Gaviria y Belisario Betancour- y miembros de la jerarquía eclesiástica.

"No sé por qué cada vez que surgen esquemas serios y objetivos para buscar la paz el Gobierno sale con bobadas de que existe una conspiración", aseguró el arzobispo de Bogotá, monseñor Pedro Rubiano.