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II PLAN DE SANEAMIENTO INTEGRAL

En bicicleta al Ventorro de la Puñalá

Antonio Jiménez Barca

La parte más vistosa del II Plan de Saneamiento Integral la constituye la actuación sobre el río Manzanares. No en vano el tramo más degradado, el que discurre desde el nudo supersur hasta el término municipal de Getafe, recibirá 2.471 millones de pesetas. El director del plan, Félix Cristóbal, precisó que el proyecto no se ha pensado "para que la gente se bañe ahí", sino para que los ciudadanos paseen plácidamente, pedaleen a la vera por un carril-bici o se sienten en un banco a observar la corriente. La orilla se convertirá en una vereda transitable. Pero más allá de sus márgenes, no existen atractivos para el paseante. Más bien lo contrario.Desde un poco antes del nudo supersur, y en dirección a Getafe, el andariego se topa, por la margen derecha, con el poblado chabolista de Torregrosa. Un poco después, pero al otro lado del río, se enclava el de Altamira, con fama de pacífico. Si sortea de nuevo el río, el caminante tropieza, un poco más adelante, con otro poblado: el de Casablanca.

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Muy cerca de ahí el curioso ya observa la subestación eléctrica de Villaverde. Pegada a ella, se encuentra una gasolinera que tal vez suministre combustible a los camiones que se colocan al lado, en el aparcamiento Buenos Aires. Próximo a este aparcamiento figura en el plano un vertedero que limita con un par de chatarrerías. Y desde ahí, uno se encuentra a un salto de una de las siete depuradoras municipales de Madrid: la más antigua, la de Butarque.

En la otra orilla, y antes de llegar al tendido del AVE, figura el Prado de la Sexta Esclusa. Si el andarín cruza de nuevo el Manzanares (el Ayuntamiento instalará pasarelas), y ya casi en la frontera con Getafe, se sitúa otro aparcamiento de camiones, denominado Gran Parking Sur. Los vehículos se colocan cerca de un almacén de construcción llamado Mater y de la colonia de viviendas La Inmaculada.

Y a un paso de la frontera que separa los dos municipios, el concienzudo paseante o el ciclista con aliento llegará al último lugar del recorrido por las riberas que se reformarán. Otro poblado chabolista, de nombre contundente: Ventorro de la Puñalá.

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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