El zigzag del 'Hesperides'

El buque oceanográfico español Hespérides, que zarpó el viernes de Cartagena, llegó ayer al paralelo 30 de latitud Norte, frente a la costa marroquí, para cumplir el objetivo principal de la actual campaña de ínvestigación: estudiar la Corriente de Canarias en el Atlántico oriental. Los. vientos alisios soplan débilmente estos días, propiciando una navegación en mar en calma y, además, beneficiando al experimento.Desde que el sábado pasado el Hespérides cruzó el estrecho de Gibraltar, "hemos bajado paralelos a la costa marroquí, desde 36º de latitud Norte hasta 30º, y luego hemos empezado un recorrido en zigzag", explicaba ayer José Luis Pelegrí, de la Universidad de Las Palmas. El buque acomete una campaña de más de seis meses, que incluye varios programas científico-antárticos.

El zigzag se ha diseñado de manera que los científicos toman gran cantidad de datos en la lengua de agua que se desarrolla a la altura del cabo Ghir."Para trazar el recorrido del zigzag utilizamos las imágenes en infrarrojo de los satélites NOAA, que muestran las temperaturas de la capa más superficial de agua", comenta Pelegrí. Estas imágenes se reciben directamente en el Hespérides.

Cada tres o cuatro horas, de día y de noche, el buque se detiene y los técnicos de a bordo bajan al agua un instrumento de sondeo que detecta la presencia de clorofila en las células. Esta sonda desciende cada vez a mil metros de profundidad. El equipo químico realiza inmediatamente los primeros análisis de las muestras en los laboratorios del barco. "En la lengua de agua del cabo Ghir queremos ver hasta dónde llega la proyección de nutrientes y el grosor de la capa de agua superficial que los contiene", dice Joaquín Hernández, responsable del equipo de química.

Además, cada 10 millas marinas (18 kilómetros) se lanzan desde el barco pequeñas sondas que miden la temperatura del agua hasta mil metros. El buque, de cuya gestión científica se encarga la Comisión Interministerial de Ciencia y Tecnología, pertenece a la Armada Española y su dotación está formada por 57 personas.

Ayer también se lanzó desde popa una boya que se quedará a la deriva durante dos meses y cuya posición, detectada por los satélites NOAA, será un indicador de las corrientes.

La Corriente de Canarias fluye en el margen oriental del Atlántico subtropical en forma de bucle anticiclónico (desplazándose en el sentido de las agujas del reloj), que entra en dirección este hacia el norte de Marruecos y que gira lentamente hacia el sur y hacia el oeste. Los oceanógrafos quieren analizar en detalle este fenómeno y precisar su estructura y dinámica.

"Además, en esta zona hay una circulación vertical de agua fría, rica en nutrientes, que aflora por la costa a la superficie llenando el vacío que deja el agua caliente superficial", comenta Pelegrí.