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La ciencia confirma que el mal de las "vacas locas" se transmite a los humanos

Largos experimentos en ratones indican que se trata de la misma encefalopatía.

/ Madrid La enfermedad que sufren las vacas locas en el Reino Unido es la misma que la nueva variante de encefalopatía detectada en seres humanos y que ha provocado la suspensión de las exportaciones de carne británica, según estudios elaborados durante más de un año en ratones. Había expectación por el resultado de estos largos estudios porque de ellos dependía la confirmación científica de que la enfermedad se ha podido transmitir de las vacas a los seres humanos. La Comisión Europea, por su arte, ha pedido al Reino Unido aclaracioes sobre la exportación ilegal de carne.

La nueva variante de la enfermedad degenerativa de Creutzfeld-Jakob (CJ) que ha matado al menos a 20 británicos es la misma enfermedad que la encefalopatía espongiforme bovina (BSE) en las vacas, según los estudios que se publicarán esta semana en la revista Nature. Este descubrimiento justifica el temor de que los humanos pueden contraer BSE al ingerir carne infectada.La investigación que ahora se publica, dirigida por Moira Bruce, del Instituto de Sanidad Animal de Edimburgo, era la que esperaba todo el mundo desde que en marzo de 1996 el Gobierno británico confirmó la aparición de casos raros de CJ en 10 personas jóvenes. Bruce y sus colegas son expertos en encontrar diferencias entre las encefalopatías espongiformes.

Sus experimentos han consistido en inyectar material infeccioso del cerebro de vacas y otros animales afectados, de enfermos de CJ tradicional y de enfermos de la nueva variante de CJ en los cerebros de ratones y comprobar cuánto tardan en sufrir las consecuencias, que síntomas muestran y el tipo de daños en el cerebro que les llevan a la muerte. Se trata de experimentos que se tarda en hacer porque la enfermedad es de desarrollo lento: los ratones se demoraron casi un año en empezar a mostrar síntomas de enfermedad, y luego hubo que acometer minuciosos y lentos análisis de sus cerebros.

Pero los resultados merecen la pena porque son muy claros. Los ratones inyectados con BSE o la nueva variante de CJ en humanos siempre muestran las mismas pautas de tiempo de incubación, síntomas y daños cerebrales, incluso cuando la infección no procede de las vacas sino de gatos o antílopes infectados con BSE. Esta variante de BSE también es diferente de las diversas variantes de scrapie, la encefalopatía de las ovejas, y de otros tipos de CJ en humanos.

Los resultados son sólo la primera parte de un análisis más detallado que no estará ,terminado hasta dentro de varíos meses, pero a los investigadores les han impresionado porque muestran que la BSE y la nueva CJ se comportan de forma idéntica y diferente de otras encefalopatías espongiformes.

Otros experimentos, hechos por John Collinge del Imperial College, apoyan los resultados obtenidos por Bruce. Son análisis bioquímicos de las variantes de encefalopatías, cuyos resultados preliminares, publicados en octubre pasado, ya indicaban y ahora confirman que la BSE y la nueva CJ son la misma enfermedad y distinta de otras encefalopatías.

A pesar de todos estos resultados el agente infeccioso que causa las encefalopatías sigue siendo un misterio. Se ha confirmado la existencia de proteínas defectuosas, tipo prion, asociadas siempre a estas enfermedades, pero la forma en que se transmiten de un animal a otro o incluso de una especie a otra como ahora se está demostrando, desafía los conocimientos biológicos actuales. La existencia de un agente infeccioso tradicional, como un virus, no se ha podido confirmar.Aclaraciones

En Bruselas, la Comisión Europea pidió ayer explicaciones al Gobierno británico por la presunta violación del embargo sobre la carne de vacuno británica, informa France Presse. Según el semanario francés Le Journal du Dimanche, Jack Cunningham, secretario de Agricultura británico, aseguró en agosto pasado que varias decenas de miles de toneladas de carne británica habían sido exportadas fraudulentamente desde hacía un año y que esta carne había llegado supuestamente a varios países europeos desde Irlanda. El comisario europeo de Agricultura, Franz Fischler, envió una carta a Cunningham para que le explique si la información publicada es correcta. Un portavoz del Reino Unido en Bruselas ha desmentido las declaraciones del secretario. Desde marzo de 1996, la carne de vacuno británica está sometida a embargo total debido a la epidemia de BSE en la cabaña vacuna.

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