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El PSOE contradice a Rato y asegura que sube la presión fiscal y disminuye la progresividad

El PSOE concede a los Presupuestos aprobados anteayer por el Gobierno una muy escasa credibilidad. Según el principal partido de la oposición, el Gobierno miente. cuando asegura que bajará la presión fiscal. Y, además, oculta las deudas de las empresas públicas para presentar unas cuentas "maquilladas" en preparación de un adelanto electoral para mayo u octubre del año próximo. La "falsedad" de estos Presupuestos es un "insulto a la Constitución y a la democracia" y por este motivo el PSOE anunció ayer que presentará una enmienda a la totalidad.

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"Ya estamos en Maastricht y se han acabado las contemplaciones". Con esta frase, el PSOE abría ayer fuego contra los Presupuestos para 1998. El portavoz del Grupo Socialista, Juan Manuel Eguiagaray, y el de la comisión de Presupuestos, José Borrell, anunciaban así una oposición "cruda".Ahora, el escenario cambia. Se da por cumplido el objetivo del euro y se entra, según el PSOE, en una fase preelectoral. Para Eguiagaray, "empieza la cuenta atrás", ya que el pacto Aznar-Pujol "manifiesta ya algunas incomodidades, algunas diferencias".

Los Presupuestos del año que viene están hechos, a juicio del PSOE, con la perspectiva de que "el mundo, se acaba en mayo" fecha del examen del euro, y que, posteriormente, "entramos en fase electoral". Por este motivo, Borrell definió los Presupuestos como "un cóctel explosivo de ideología conservadora, trucos contables y marketing político".

Este maquillaje de las cuentas públicas empieza por lo que, seguramente, será el asunto clave en los debates parlamentarios, la presión fiscal. En contra de lo que afirma el Gobierno "este Presupuesto sube los impuestos y lo que hay es un intento denodado para que no se note", a juicio del PSOE. Con ello, el Ejecutivo incumpliría su principal promesa electoral.

La presión fiscal crece, según los socialistas, en "determinados niveles de renta". Se pide, según Borrell, "un menor esfuerzo a la empresa y el capital y una mayor contribución al consumidor y al trabajador".

Las nuevas ayudas familiares "son una guinda", a su juicio, que no deben ocultar las ventajas que tienen unas plusvalías tan fuertes "como las que se van a generar este año en la Bolsa".

La nueva tarifa del IRPF reducida a ocho tramos, no es más que un espejismo. "Simplificar el IRPF no es esto", según Eguiagaray, ya que al contribuyente "le da igual el número de tramos". Por el contrario, tiene el efecto, a juicio del PSOE, de que disminuye la progresividad; es decir, el principio según el cual debe pagar proporcionalmente más quien más gana.

Otro aspecto que critican los socialistas son las ventajas fiscales que se da a los fondos de pensiones. Eguiagaray recordó que hay una subcomisión en el Congreso encargada de determinar la fiscalidad de los sistemas de previsión social complementaria y que el Gobierno ha adoptado medidas unilaterales. "Éste es motivo suficiente para dar un portazo", dijo Eguiagaray.

Al engaño del Gobierno sobre la presión fiscal se añade, según el PSOE, la "contabilidad creativa". Borrell y Eguiagaray aseguraron que se han sacado del Presupuesto por segundo año consecutivo las deudas de las empresas públicas."Es inadmisible", dijo Borrell, "un insulto a la democracia". No se informa al Parlamento de unas deudas que, como en el caso de los 600.000 millones de Radiotelevisión Española (RTVE), "son un escándalo".

Sobre la inversión pública, el PSOE afirma que el incremento del 5,9% previsto puesto es insuficiente y va a estrangular el crecimiento económico. En relación al sueldo de los funcionarios, los socialistas creen que se debería recuperar el poder adquisitivo perdido en 1997, y que el Gobierno debe sentarse a negociar con los sindicatos.

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