Fracasa definitivamente la reforma fiscal propuesta por el Gobierno alemán

La reforma fiscal alemana, que el Gobierno de centroderecha entre democristianos (CDU/CSU) y liberales (FDP) presentó en su día como "una obra secular", fracasó ayer de forma definitiva. La comisión mediadora entre las dos cámaras legislativas, Parlamento Federal (Bundestag) y Consejo Federal (Bundesrat), donde la oposición de socialdemócratas (SPD) y los Verdes cuenta con mayoría, rechazó el proyecto gubernamental.La reforma fiscal murió en la madrugada de ayer, al menos hasta las próximas elecciones federales. Los miembros de la comisión mediadora abandonaron el lugar de reunión en Bonn, tras más de cinco horas de encierro, que no sirvieron para lograr un acuerdo. Ambas partes, Gobierno y oposición, se echan en cara el fracaso de la reforma fiscal.

El Gobierno pretendía una reforma con una supresión de 30.000 millones de marcos (2,5 billones de pesetas) de la carga tributaria. La oposición acusaba al Gobierno de carecer de una concepción aceptable, que asegurase el financiamiento de la reforma. Además el SPD se opuso desde un primer momento a una reforma que "favorece a los más ricos y carga el peso sobre los sectores más productivos de la sociedad". Según un dirigente socialdemócrata, el proyecto del Gobierno "quita impuestos a los médicos-jefe y los sube a las enfermeras".

A la puerta de la sede de la Democracia Cristiana (CDU) en Bonn un enorme cartel se pregunta: "¿Hasta cuánto tendrá que aumentar el número de parados, para que el SPD deje de bloquear la refórma fiscal?". Unos metros más allá, en la acera de enfrente, se encuentra la llamada barraca del SPD, donde otro cartel expone las ideas del canciller democristiano Helmut Kohl sobre la reforma fiscal: una página en blanco.

Acusaciones mutuas

Sobre estos dos temas se centrará el debate político en Alemania en el año que falta para las elecciones federales del 27 de septiembre de 1998. El Gobierno acusará al SPD de bloquear la! reformas necesarias y tratará de echarle la culpa ante el electorado del elevado paro. La oposición reprochará al Gobierno de haber sido incapaz de presentar una reforma fiscal consensuada y financiada con solidez. El tiroteo verbal ya empezó ayer, nada más salir de la, fracasada reunión. El ministro federal de Hacienda, el socialcristiano bávaro Theo Walgel (CSU), acusó al SPD de haber abusado del Bundesrat, donde el Gobierno carece de mayoría, de una forma insólita en el más de medio siglo de historia de la República de Bonn. Kohl ya declaró ayer que, ante el fracaso en las cámaras, ahora le corresponde al electorado decidir sobre el tema, que se convertirá en caballo de batalla de la campaña electoral. La CDU ha anunciado que, si gana las elecciones el año próximo, volverá a presentar el proyecto.

La discusión sobre la reforma fiscal ha puesto de manifiesto la existencia de grietas en la coalición de Gobierno e incluso diferencias entre políticos destacados de la democracia cristiana. El defín de Kohl, el jefe del grupo parlamentario democristiano Wolfgang Schäuble, presentó una propuesta, que la oposición se mostró dispuesta a aceptar, de elevar el impuesto de valor añadido (IVA) y el de carburantes. Se trataba de una iniciativa individual que no encontró ni el apoyo de Kohl, ni el del socio de coalición, los liberales (FDP).