El nuevo orden y las narcoguerras
La caída del muro de Berlín acabó con la bipolarización. Con un mundo dividido entre buenos y malos. Una visión que alimentó durante la guerra fría una descomunal partida de ajedrez en la que EE UU y la URSS se comían países directa o indirectamente. El colapso de ese sistema dejó huérfanos de socorro ideológico y, peor aún, de financiación exterior a multitud de países y guerrillas. Éstos acuden hoy al narcotráfico como único medio de obtener los recursos necesarios. para sostener la guerra.El informe Geopolítica mundial de las drogas pone numerosos ejemplos:
Turquía. El Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) compite en la región de Anatolia con el Ejército y el grupo de extrema derecha de los Lobos Grises por el control de los campos de amapola, los laboratorios de transformación y las rutas de paso. Esta lucha feroz, con denuncias entre bandas, ha llevado a Turquía a tener el récord en incautaciones de heroína (22% de las que ocurren en el mundo). Se trata de un espejismo estadístico.
Líbano. La guerrilla pro iraní Hezbolá y algunos mandos militares sirios y libaneses controlan el tráfico marítimo y el almacenamiento flotante de la droga procedentede Turquía y de la Media Luna (Irán y Afganistán) en estrecha colaboración con el PKK. Este grupo guerrillero se vale de sus redes políticas en Europa (Alemania) para introducir heroína en el área de Schengen. Chipre juega un papel esencial en el blanqueo de los beneficios.
Bosnia. Los tres contendientes se han aprovechado del paso tradicional (ruta de los Balcanes) de la heroína procedente de Turquía para apropiarse de redes y lucrarse con sus beneficios. El OGD destaca el caso croata y de la ciudad de Mostar, convertida en el principal centro de narcotráfico de la antigua Yugoslavia. Las drogas sirvieron para adquirir armas, en muchos casos mediante el sistema de trueque.
Albania. Las mafias se han repartido el país en dos mitades. Desde el puerto sureño de Valona no sólo parten cientos de emigrantes clandestinos hacia Italia. En las lanchas rápidas se transporta droga. El beneficio es brutal: 100.000 dólares por viaje. Albania es territorio de negocio para la Sacra Corona Unita y la Camorra, dos de las organizaciones mafiosas italianas más destacadas.
Georgia. La guerra civil de 1991 y la posterior partición de hecho del país (Abjacia, Adjaria y el resto) se alimentó del cultivo de coca. El comercio sirvió para sostener a las milicias de laba loseliani y Tengyuiz Kitovani. Las estructuras mafiosas se aprovechan de la precariedad de los funcionarios. Un sueldo medio alcanza los 10 dólares, lo que cuesta un kilo de tomates.
Afganistán. Las distintas facciones islamistas apoyadas por EE UU frente al invasor ruso se nutrieron del tráfico de opio. Actualmente, aunque no hay pruebas directas, existen diversos testimonios que indican que los radicales islamistas talibán se han hecho con el control del mercado de los opiáceos.
Colombia. Grupos guerrilleros como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) se han convertido en verdaderos carteles de la droga. Las bandas paramilitares, con conexiones en el Ejército, son sus rivales en el negocio. Tras el debilitamiento de las plazas de Medellín y Cali ha surgido una fuerza muy poderosa: la alianza entre el cartel del Norte del Valle y Carlos Castaño, jefe de las Autodefensas de Córdoba y Urabá.
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