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El Tribunal Superior confirma la multa de 30 millones contra la empresa que dañó el parque de Peñalara

La empresa que provocó graves destrozos, a finales de 1987, en el ecosistema de la estación de Valcotos deberá pagar los 30 millones de pesetas que se gastó la Comunidad de Madrid en restaurar la zona, según una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid. Transportes y Remontes, SA, generó un grave perjuicio al ecosistema de la laguna de Peñalara -uno de los enclaves ecológicos más ricos y protegidos de la región- al acometer unas obras ilegales en la zona con las que pretendía obtener agua para unos cañones de nieve. Peñalara es parque regional y goza de protección medioambiental desde 1930.Las obras se realizaron sin la preceptiva autorización en un suelo "no urbanizable y especialmente protegido", según adujo entonces, y aún lo alega hoy, la Comunidad de Madrid.

La entonces llamada Consejería de Ordenación del Territorio, Medio Ambiente y Vivienda de la Comunidad paralizó las obras y tuvo que desembolsar 30 millones de pesetas para reparar los desperfectos.El único glaciar

De haberse llevado adelante las obras, según los técnicos regionales, se habría alterado gravemente el único ejemplo de glaciar cuaternario que hay en la Comunidad, además de los irreparables daños que se hubieran causado en la flora, arroyos y pastizales.

La Comunidad de Madrid, tras reparar los daños causados por las obras, exigió luego ese dinero a la empresa causante de los daños, Transportes y Remontes, SA, pero ésta se negó y acudió a la vía judicial, donde tras varios años de pleito ha obtenido una sentencia desfavorable.

La empresa se negó a pagar argumentando que la cantidad era "desproporcionada" y que, además, se hallaba en una situación "de indefensión" frente a la Comunidad de Madrid. Respecto a este punto, el ponente de la sentencia, el magistrado José Alberto Fernández Rodera, explica que no existió indefensión, dado que Transportes y Remontes, SA, pudo ejercer los medios legales disponibles para defenderse en los tribunales, y que, además, fue informada de las distintas decisiones administrativas que le concernían e incluso tuvo la oportunidad en su momento de llegar a algún acuerdo o concierto con la Comunidad" para reparar los destrozos. La empresa, razona el Tribunal Superior, "estuvo en todo momento al tanto de. las decisiones que al respecto se fueron adoptando" y, por lo tanto, no puede alegar indefensión.

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Las obras, según explica el tribunal, eran ilegales y, además, atentaron contra "el entorno ecológico de la laguna y contra sus recursos hídricos".

La Asociación de Defensa de la Naturaleza (Aedenat) fue la primera en denunciar públicamente los destrozos que estaba ocasionando esta empresa en la sierra con su ilegal empeño de obtener agua para los cañones de nieve. Aedenat ha sido parte en el proceso que ahora acaba de zanjar el alto tribunal madrileño.

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