Magistral Víctor Mendes
Víctor Mendes estuvo sencillamente magistral. Las cosas como son. El torero voluntarioso y honesto de tantos anos, el brillantísimo banderillero que bajaba de tono en el siguiente tercio, llega la hora de su despedida y resulta que se revela como todo un torerazo.No es la primera vez y quizá tampoco sea la última; que la vida da muchas vueltas. Un servidor fue testigo en otra ocasión de una faena primorosa de Víctor Mendes que le recordó a Antonio Bienvenida, nada menos. Y fue también en Guadalajara, ya es casualidad.
No se dice que Víctor Mendes sólo haya demostrado su torería excelsa en esas dos ocasiones. Habrá muchas más, sin duda, en su dilatado historial, y al recuerdo vienen varias de sus actuaciones meritísimas, parte de ellas en la plaza de Madrid. Madrid -ya que se cita- es la plaza donde correspondía que Víctor Mendes se despidiera de la afición, y al parecer ése era su ferviente deseo. Sin embargo ha sido anunciada la Feria de Otoño y su nombre no figura en los carteles.
Alcurrucén / Mendes, Caballero, Tato
Toros de Alcurrucén, terciados, inválidos, encastados.Victor Mendes: estocada corta baja (petición y vuelta); estocada baja -aviso- y dobla el toro (dos orejas). Manuel Caballero: cuatro pinchazos, descabello -aviso- y descabello (silencio); estocada trasera y descabello (petición y vuelta). El Tato: pinchazo, media estocada tendida atravesada y descabello (silencio); aviso antes de matar, espadazo en el vacío, pinchazo leve y se tumba el toro (palmas). Plaza de Guadalajara, 19 de septiembre. Y corrida de feria. Tres cuartos de entrada
No es que le hayan desbancado las figuras, según suele suceder. Le han desbancado los imponderables. Tampoco debe extrañar: la ponderación no es precisamente la virtud característica de los taurinos. Los taurinos van a lo suyo y los demás allá se las compongan.
Víctor Mendes se las compondrá en estos últimos días de torero activo haciendo gala de su acendrada torería. Es un don especial que no todos poseen. Sin ir más lejos sus compañeros de terna, que sí figuran en la Feria de Otoño.
La torería de Víctor Mendes se explayó en el primer toro, pero no tenía demasiada importancia. Aquello no era toro: animalito inválido y gracias. A los tres primeros de la corrida les faltaba el fuste mínimo exigible en una corrida de toros y cuanto les hicieron los toreros carecía de fundamento. Muy templado Mendes, eficaz Caballero en la producción seriada de derechazos, voluntarioso El Tato con un inválido que embestía cortito y docilón.
El magisterio llegó en el cuarto toro, que tomó dos varas y no se caía. Y además se puso reservón. Víctor Mendes le prendió tres pares de banderillas emocionantes, en los que ganó la cara del toro, parado, y a la defensiva, e hizo la reunión sin alivio alguno, exponiéndose al derrote, que llegó a alcanzarle con la punta de las astas los golpes de la chaquetilla. Y luego lo dominó en una faena de muleta realmente importante.
Estaba reservón el toro, según se ha dicho, y Víctor Mendes le excitó el celo a base de torearlo cruzado, de cargarle la suerte, de ligarle los pases. Aquella estratagema que consiste en perder pasos después de cada muletazo y huir arteramente de los terrenos del toro, nada tenía que ver con la faena de Víctor Mendes como tampoco tiene nada que ver con el verdadero arte de torear.
Cargar la suerte, ligar... De esta manera, pase a pase, tanda a tanda, perfectamente abrochadas con los ayudados o con los de pecho, el toro reservón se fue haciendo codicioso, Víctor Mendes lo iba embarcando con templanza y mando, y la emotividad de todos aquellos lances no eran sino la manifestación inequívoca de la grandeza del arte de torear.
Vinieron después los pegapases y se notaba la diferencia. Caballero los aplicó al inválido quinto. El Tato se pasó de la raya con el sexto, que no se tenía en pie. Se desplomaba el toro y seguía El Tato pegando pases, haciendo alardes de supuesto arrojo, caricaturizando y quizá escarneciendo con desplantes la auténtica fiesta del arte y del valor. La lección magistral de Víctor Mendes no les había servido de nada. Enseñarle a un pegapases cómo se torea equivale a predicar en el desierto. Los pegapases son taurinos hasta la médula: ellos a lo suyo.
Toros rechazados
Los toros de Los Guateles anunciados en la corrida de hoy para Joselito, Ponce y Tomás han sido rechazados a causa del estado de sus pitones. Los veterinarios reconocerán hoy otros toros presentados por la empresa, que pertenecen a los hierros de Joaquín Núñez, El Castillo y Pereda.
Por otra parte, Morante de la Puebla sustituye mañana a Jesulín de Ubrique, y alternará con Litri y Rivera Ordóñez. Los toros de Jandilla anunciados tuvieron también problemas en el reconocimiento.
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