A bostezo limpio

Corrida tediosa se la mire por donde se la mire. Se calcula, promedio con un margen escaso de error, que cada espectador consciente bostezó 40 veces en cada toro y 15 veces entre uno y otro. Mora adoptó marchosas posturas en, el primero, pero con tan poco toro no podían ser tenidas en cuenta. Estuvo breve, cosa de agradecer. En el cuarto, horroroso más. que feo, la gente comenzó a gritar, "¡Manos arriba, esto es un atraco!", porque la sardinilla aquella se caía como cosita tonta. Faena deslabazada y sucia, mientras el toro olisqueaba y hacía de todo menos cumplir con su obligación.Ponce se pasó un buen rato diciéndole "je" al toro, pero ni caso. En el quinto, lo poco que se consiguió lo logró el torero a base de insistir. El toro acabó mirándole los muslos con aire de mujer fatal. Una joya.

El Tato, que sustituyó a Jesulín, puso voluntad, ahínco y tosquedad en sus maneras.Si su primero se permitió el lujo de olisquear la arena en medio del muleteo, el otro no se quedo atrás y murió escarbando.

En éste hubo un momento de peligro cuando el toro le engan chó la muleta, no la soltó el torero por no dejarse desarmar y acabó cayendo en la cara. Por fortuna el toro había recibido una educación exquisita y pasó al lado del torero sin pisarlo si quiera. Todo un detallazo.

Pitos a Rivera

Rivera Ordóñez tuvo una deslucida actuación y escuchó pitos en la quinta corrida de la feria de Valladolid, celebrada ayer con lleno, informa Efe.

Se lidiaron dos primeros toros de El Torero y cuatro de Montalvo. Joselito, ovacionado. Manolo Sánchez, ovación y silencio. Rivera Ordóñez, pitos y bronca.