Fauna cavernícola muy antigua

Especies nuevas de crustáceos cavernícolas muy pequeños (de entre 0,5 y 12 milímetros), completamente ciegos, de cuerpo despigmentado y evolutivamente muy antiguos (probablemente de la época final del Mesozoico, hace 110 millones de años), han sido descubiertas en las capas profundas de los lagos del litoral de Baleares, Canarias y Cerdeña. El hallazgo más reciente, fruto de tres años de investigación desarrollada por el mallorquín Damián Jaume y el británico Geoff Boxshall, ha sido en la cueva de Cala Pí (Mallorca). El Gobierno de Baleares intenta proteger la cueva de los visitantes incontrolados.Los crustáceos acuáticos pertenecen a géneros cuyos únicos representantes conocidos por los científicos se hallan en grupos del globo terráqueo "extraordinariamente alejados entre sí", según explicó Jaume a este diario: "Sólo teníamos constancia de la existencia de estos animales en Yucatán (México), Antillas, Bermudas y Filipinas, es decir, a miles de kilómetros del litoral mediterráneo", precisó. "La explicación más probable a la aparición de la comunidad de crustáceos acuáticos en una cuenca oceánica tan alejada, se encuentra al observar un mapa paleogeográfico de finales del Mesozoico", afirma Jaume. En él se puede apreciar que las localidades ahora separadas por movimientos tectónicos se encontraban agrupadas. "Es del todo improbable que un animal ciego y adaptado exclusivamente al hábitat cavernícola haya emigrado en un viaje a lugares separados por miles de kilómetros", subrayó el biólogo mallorquín, de 34 años, que trabaja para el Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (CSIC).

Los crustáceos cavernícolas hallados en Baleares, Canarias y Cerdeña son los mismos que hace 110 millones de años habitaban en el continente americano y mantienen, al parecer, su morfología tras el desplazamiento gradual de las placas litosféricas. No se trata del descubrimiento de un nuevo mundo perdido, como lo calificó una parte de la prensa británica, pero tiene un especial interés para la ciencia debido a la cantidad de especies nuevas que hasta ahora habían pasado desapercibida.

Algunos de los ejemplares de la colonia capturados en la cueva mallorquina se distribuyen en grupos tan diversos como anfípodos, isópodos, micedáceos y copépodos. El lago subterráneo alberga un nivel de agua de salinidad marina, quieta y poco oxigenada.