Abuso de precios

TABACALERA HA subido el precio del tabaco entre 20 y 25 pesetas el paquete. Se trata de una decisión tomada con nocturnidad, al amparo del bajo tono informativo de los sábados y sin que ningún responsable de la compañía haya explicado en primera instancia las razones de esta decisión. La subida tiene todas las características de un abuso contra el consumidor desde un monopolio auténtico. Ni la inflación actual ni la repercusión de impuestos pendiente desde que en 1996 el Gobierno del PP decidiera subir el impuesto del tabaco para corregir el desajuste presupuestario pueden explicar tan descomunal aumento.La subida del tabaco por sorpresa encaja perfectamente con la política de precios intervenidos que hasta el momento ha perpetrado el Gobierno. En su afán por ayudar a controlar la inflación, el equipo económico, con más voluntad que acierto, ha confundido control con embalsamiento de precios y se ha dedicado a congelar tarifas que bien podían haber aumentado en su día y paulatinamente por debajo de la inflación prevista. El resultado de tan torpe actuación es que cuando los precios empiezan a liberarse -el butano puede servir de ejemplo- se registran subidas con un fuerte impacto sobre la inflación, como hemos visto en agosto.

Tabacalera tendrá que explicar las razones del encarecimiento sigiloso del sábado; y el Gobierno deberá hacer lo propio, puesto que se trata de un producto en régimen de precios autorizados. A este respecto merece mención especial el desplante del vicepresidente y ministro de Economía, Rodrigo Rato, cuando alegó el sábado en Luxemburgo que no estaba informado de la subida. Respuesta ridícula si pretendía eludir a los periodistas; simplemente inadmisible si desconocía realmente una decisión que lleva en el BOE la firma de un funcionario que depende de su ministerio. ¿Habrá que recordarle que el tabaco ha tenido en los últimos doce meses uno de los mayores impactos alcistas de todas las rúbricas del IPC? ¿O cree que es un tema menor un producto que genera al Estado medio billón de pesetas al año? La salida de tono del vicepresidente, además de una irresponsabilidad, puede ser un síntoma de que este Gobierno lo da todo por hecho en materia antiinflacionista.