Israel abate en el sur de Líbano a un hijo del maxímo líder de Hezbolá

Israel mató el viernes pasado, en un enfrentamiento en el sur de Líbano, a Hadi Nasralá, hijo del secretario general de la organización integrista proiraní Hezbolá, jeque Hassan Nasralá. Una fotografía del cuerpo de la víctima, vestido con un traje de camuflaje militar, fue difundida ayer por la noche en el transcurso del telediario emitido por el segundo canal de la televisión israelí.

La foto de Nasralá, fue tomada a la puerta del hospital de Marjayún, a poco menos de 15 kilómetros de la zona del sur de Líbano controlada por las tropas israelíes.La noticia fue confirmada tanto por fuentes israelíes como de la guerrilla pro iraní. Las circunstancias que rodearon la aparición de este cuerpo desencadenaron ayer en Jerusalén la hipótesis de que el mismo habría sido capturado en un primer momento por las tropas israelíes, para después ser devuelto a sus padres, en el transcurso de un intercambio de cadáveres efectuado entre Israel y Hezbolá a través de la Cruz Roja Internacional.

La operación se habría efectuado en un momento especialmente delicado a iniciativa del Gobierno de Benjamín Netanyahu, que trata de recuperar los cadáveres de los soldados israelíes muertos en la fracasada operación militar del pasado 5 de septiembre, en el sur de Líbano.

El nuevo ataque de la aviación israelí -el 61 en lo que va de año-, costó, la vida a siete personas, seis de ellas soldados libaneses. La acción militar israelí, protagonizada por dos helicópteros artillados, se produjo en el sur el viernes por la tarde, pocas horas después de que la secretaria de Estado norteamericana, Madeleine Albright, llegara a Alejandría procedente de Damasco, donde se entrevistó con Hafez el Asad. Este ataque es especialmente significativo por su posible mensaje político, pues Siria juega un papel determinante en la crisis libanesa.

Tras la visita a Alejandría, en el norte de Egipto, donde se entrevistó el domingo por la mañana con el presidente Hosni Mubarak, Albright prosiguió horas más tarde su viaje a Riad, donde hoy se entrevistará con los ministros de exteriores del Consejo de Cooperación del Golfo -Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Omán, Qatar y Bahrein- para proseguir y finalizar su periplo en Ammán, adonde llegará esta noche.La mediación de Albright desencadenó ayer el entusiasmo verbal de Mubarak, quien a la salida de la entrevista con la jefa de la diplomacia norteamericana, aseguró que "Estados Unidos ejerce un papel fundamental en el proceso de paz y nosotros continuaremos cooperando y hablando con el objetivo de lograr una solución global".

Cumbre de Doha

A pesar del triunfalismo verbal, el presidente egipcio este no quiso desvelar la posición de su país respecto de la cumbre económica que los países del norte de África y Oriente Próximo tienen programada realizar dentro de dos meses en la ciudad de Doha, capital de Qatar, y que ha empezado a ser boicoteada por algunos países árabes por la anunciada presencia de Israel.

Madeleine Albright, que tiene puestas sus esperanzas en la mini-cumbre tripartita -Israel, Palestina y Estados Unidos- que a finales de septiembre se celebrará en Nueva York, ha defendido también en las últimas horas la celebración de esta reunión económica en Qatar, la cuarta de este tipo que se celebra tras las efectuadas en Casablanca, El Cairo y Ammán, ya que en su opinión, una conferencia de estas características "no está dirigida a nadie en particular, sino a beneficiar a la zona".