Expertos europeos defienden el carácter público de la cultura y el medio ambiente

Estudios empíricos realizados por expertos de varios países de Europa han demostrado que es necesario acelerar la colaboración entre las políticas culturales y las medioambientales. En la segunda sesión del foro Cultura y naturaleza, que se celebra en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, quedó patente la falta de colaboración efectiva entre ambos terrenos. Los participantes se mostraron de acuerdo, sin embargo, en la necesidad de mantener la cultura y el medio ambiente como espacios públicos.Esta discusión de alto nivel que, según dijo ayer Santiago de Ybarra, presidente de Hispania Nostra y del Grupo Correo de Comunicación, tendrá continuidad en años sucesivos, ha servido hasta ahora al menos para alentar sobre la progresiva ocupación -"culturización"- del espacio, "un bien escaso al que hay que proteger contra el consumo desordenado", en palabras de Philippe Saint Marc, miembro de la Comisión Francesa por el Desarrollo Sostenible.

Se impone, según este y otros especialistas, definir zonas de protección que deben ser intocables y "preservar ventanas colectivas de naturaleza que sean accesibles para todos". Pero aquí ya surge el primer y grave problema: la tendencia cada vez más pronunciada a la privatización de los espacios naturales. "Hay que poner en tela de juicio la compra, cada vez más intensa, de espacios naturales por los particulares. Por eso requieren cada vez una mayor protección".

Otro problema es cómo compaginar la conquista progresiva de la naturaleza que realiza el hombre con la adecuada conservación. Con las nuevas edificaciones los europeos le arrancan a su región 300.000 hectáreas de naturaleza viva al año. De seguir con este desarrollo, en 20 o 30 años los espacios conquistados por el hombre no podrán soportar más cargas.

Armonía

La palabra que parece ser mágica es "armonía". La introdujo en el debate Carmen Añón, profesora de Historia del Paisaje: "Mejor que de desarrollo sostenible hay que hablar de desarrollo armónico". Se añadieron inmediatamente algunos matices: "El cambio debe hacerse hacia el desarrollo armónico", defendió Rob Jarman, asesor del National Trust del Reino Unido, "porque el hombre siempre ha explotado la naturaleza para mejorar su economía, lo mismo que ha explotado a otros hombres para mejorar su propia vida". Añón prefirió hablar de paisaje cultural con el fin de superar la separación existente entre conservación y cultura. "La naturaleza y la cultura forman un todo que no se puede disociar. Y todavía mucho más: la naturaleza es cultura".

La discusión la redondeó Javier Castroviejo, presidente del Comité Español El Hombre y la Biosfera. Se refirió a que el hombre necesita el contacto con la naturaleza: "Sin naturaleza no hay cultura y sin cultura no hay nación", dijo. Y abogó por una actuación más preventiva que curativa en el desarrollo de la cultura y el medio ambiente.