Monsieur lo uno y lo otro

SÜDDEUTSCHE ZEITUNGLionel Jospin ha superado con éxito sus primeros cien días en el poder. A pesar de haberse convertido a la Europa de Maastricht, haber elevado los impuestos, aplazado el recorte de la jornada laboral, mantenido la legislación conservadora sobre extranjería y, en lo esencial, hecho lo contrario de lo prometido, su prestigio ha aumentado. Hubiera estado de acuerdo con sus convicciones íntimas conservar íntegro el sector público. Pero como primer ministro, va a proceder ahora a la privatización parcial de France Télécom, por que entiende que su Gobierno necesita dinero.Cuando los socialistas llegaron al poder en 1981 llevaron a cabo un amplio proceso estatalizador. Durante el segundo mandato de François Mitterrand, su fórmula fue "ni-ni", ni nacionalización ni privatización. Sin embargo, el pragmatismo de Jospin consiste en hacer lo uno sin dejar de hacer lo otro. Hasta ahora, los franceses le han seguido con un cauto optimismo, pues nadie espera éxitos brillantes, y las catástrofes previstas no se han producido. La anestesia de las vacaciones veraniegas sigue actuando, y las cuentas aún no han llegado al buzón. Jospin tiene tanto más fácil presentar un perfil favorable dada la falta de una oposición conservadora. Ésta carece de programa y apenas tiene personalidades descollantes. El proyecto de una coalición del RPR y la UDF, surgido tras el común descalabro, sigue durmiendo en los cajones. ( ... ) , 10 de septiembre