Mobutu será enterrado "provisionalmente" en Rabat en espera de un futuro traslado al antiguo Zaire
La última voluntad de Mobutu Sese SeKo, la de ser enterrado en su Zaire natal "cuando las condiciones sean favorables", tendrá que esperar. Aunque Laurent Kabila no se ha pronunciado ni a favor ni en contra y la radio estatal de la República Democrática del Congo aseguró ayer que todo dependerá de la petición que curse su familia, Mobutu será enterrado "provisionalmente" en Rabat. A Kabila y cinco de sus ministros la noticia de la muerte de ex dictador en su exilio marroquí les llegó en plena visita oficial a Ruanda. Ironías del destino: Ruanda fue una pieza clave en su brusca salida del poder en mayo.
La muerte de Mobutu no provocó ayer grandes emociones en Kinshasa. Ni escenas de dolor ni de alegría. Un día cualquiera de comienzos de semana. Las calles estaban atestadas, como siempre, repletas de vehículos destartalados, atrapados en los baches y en el barro. Calles sucias y ruidosas en las que la gente se empeña en vender cualquier cosa con la esperanza de poder ganarse unos billetes para sobrevivir."Le hemos abandonado como él nos abandonó", asegura Mpoy, de 40 años, uno de los muchos desempleados que pululan por las calles de la capital del antiguo Zaire. "Si traen su féretro de vuelta le lanzaremos piedras y le insultaremos", añade. Otros muchos que se suman al debate en el mercado central no conservan tanto odio. "Su muerte es una lección para todos nosotros, pero en particular para el presidente Kabila: debe aprender del modo en que gobernó Mobutu si no quiere acabar como él", dice un joven.
Muchos de los residentes de Kinshasa prefieren mirar al futuro, despreocupándose de esa figura que les gobernó con puño de hierro durante 32 años. "No podemos celebrar su muerte. Le perdonamos como Dios nos perdona a nosotros", dice un estudiante. "A pesar de las cosas terribles que hizo por Zaire, no debemos mirar más al pasado, ahora debemos concentrarnos en reconstruir el país", afirma Dido Ngoy, estudiante de comercio.
La prensa da la noticia destacando el último deseo de Mobutu: el de regresar a lo que hoy esla República Democrática de Congo. La radio estatal, en manos de los kabilistas, asegura que esa posibilidad, la de un entierro en Kinshasa, depende tan sólo de la familia. Dejan, sin duda, una puerta abierta. El Gobierno no ha hecho público comunicado alguno. El. presidente, Laurent Kabila, y cinco de sus ministros se encuentran en Kigali (Ruanda), de visita oficial. El hombre fuerte de ese país, Paul Kagame, un tutsi, ha sido el principal aliado de Kabila en la cruzada antimobutista que terminó en mayo con la toma de Kinshasa.
Hasta que llegue ese momento políticamente adecuado, los restos mortales de Mobutu Sese Seko descansarán en Marruecos. Uno de sus hijos, Nzanga Mobutu, aseguró ayer que su padre será inhumado "provisionalmente' en el cementerio cristiano de la capital marroquí. Pero en el caso del ex mariscal todo lo provisional parece terminar siendo definitivo. Llegó a Marruecos "provisionalmente" el 23 de mayo porque ningún país occidental le quería. Y fue admitido como tal, de forma provisional, por "razones humanitarias".
Su muerte, calificada por su antigua aliada, Francia, como "un asunto privado", ha caído con indiferencia en casi toda Africa. Sólo Daniel Arap Moi, el presidente de Kenia, su amigo personal, le ha rendido un sentido tributo.
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