Nostalgia
Dudo de si el título, Bis a bis, es una falta de ortografía o una broma sobre la repetición. O sobre el dúo de personajes. Lola Prieto, de quien se nos dice que su aportación ha sido imprescindible, y que ha entrado en la improvisación en los ensayos, y el que lo firma todo, Roberto Govín. En Lola Prieto -por primera vez en un escenario, delante del público- aprecio la viveza, el enorme interés por llenar los vacíos con ella misma, con su cuerpo cuándo no pasa otra cosa mejor -nunca pasa-, con su juvenilidad. Ya tendrá otro texto, y otro director, y se la verá bien. Se puede pensar que es actriz.El texto es inconexo: un diálogo de habaneros en el exilio -dicen que inspirado en los versos y los textos del exiliado (de otros sitios) Mario Benedetti-, más opuestos por matices que por visión de fondo, armado entre alguna danza, algún canto. Un par de historias individuales que se pierden en la palabrería, y quizá una historia de amor entre ellos, en su bis a bis o su vis a vis. No se entiende demasiado; ni a ellos, ni al trenzado de la historia.
Bis a bis (light) en el exilio
Texto y dirección: Roberto Govín. Interpretación: Lola Prieto y Roberto Govín. Música de Christian Maertens. Teatro Habana, Cuba. Sala Pradillo.