Esperas estudiantiles para conseguir el mejor profesor

Quien elige primero, elige mejor. Ésa es la máxima que asumieron ayer cientos de universitarios madrileños de primer curso que formaron largas colas ante las facultades de Ciencias de la Información y Filología en espera de conseguir, antes que nadie, fecha para formalizar su matrícula.Ambas facultades establecen un sistema de números para determinar el día en que cada alumno ha de entregar su documentación. Los que consiguen las primeras fechas adquieren ventaja a la hora de seleccionar los turnos más ventajosos o aquellos profesores que se han labrado fama como buenos docentes o como personas con las que el aprobado resulta 11 más sencillo". Los universitarios de primer curso habrán de entiregar sus sobres -que este año cuestan 1.000 pesetas- entre el 3 y el 10 de este mes.

Sin embargo, la de estos jóvenes no fue la única cola que ayer, se formó en la Ciudad Universitaria, que vivió una jornada al borde del caos. Otros muchos se agolparon frente a las sucursales del Banco Central Hispano y Cajamadrid en el campus para adquirir el sobre de la matrícula, cuando en realidad cada una de estas entidades ofrecía esta venta en 52 de sus sucursales. "Muchos alumnos pensaron que los sobres sólo estaban disponibles en la Ciudad Universitaria, lo que ha dado lugar a algunas aglomeraciones innecesarias", apuntó un portavoz de la Complutense.

Una tercera cola la formaban aquellos estudiantes pendientes del traslado de su expediente de COU a otras universidades, trámite éste que ayer formalizaron no menos de 500 alumnos. Y aún había una cuarta fila no menos tumultuosa: la de quienes recurren contra la adjudicación de carrera y facultad que les ha correspondido en función de su nota de acceso. "Corno las notas de corte han bajado bastante este año, muchos han cambiado de idea y ahora quieren cursar estudios que ni siquiera habían consignado en su lista de preferencias", precisó una fuente del Vicerrectorado de Alumnos de la Complutense.

Pese al totum revolutum de ayer, con cuatro filas distintas que se concentraban y retorcían en unos pocos metros cuadrados, los responsables universitarios sostenían que este 1 de septiembre ha sido uno de los más tranquilos de los últimos años. Por vez primera, el citado vicerrectorado ha permanecido abierto durante dos semanas de agosto, por lo que sus efectivos ya han podido adelantar algo de trabajo: en esos 15 días se quitaron de encima 800 recursos y 1.900 traslados.