Los polideportivos no han incrementado el número de plazas pese a la gran demanda
Miles de padres pasaron la noche del lunes en las puertas de las 20 piscinas municipales cubiertas para conseguir que sus hijos aprendan en invierno a nadar. En algunas de las instalaciones, como la de Vallecas, 200 personas esperaron para cinco vacantes. El Instituto Municipal de Deportes reconoce que las plazas son las mismas que las del año pasado. Así, los huecos sólo eran posibles si algún veterano de 1996 renunciaba. Que nade un niño cuatro horas al mes en un polideportivo municipal cuesta 1.900 pesetas. Un centro privado cobra seis veces más.
El plazo para solicitar alguna de las actividades que programa el Instituto Municipal de Deportes (IMD) se abrió ayer a las nueve de la mañana. Pero los interesados acudieron mucho antes. Una noche entera aguardaron quienes deseaban que sus hijos aprendieran a nadar en alguna piscina dependiente del Ayuntamiento de Madrid. Por lo general, el padre, la madre o los abuelos se turnaron toda la noche para que la espera no se hiciera demasiado cuesta arriba. Otros padres confeccionaban listas como las que se estilan en las colas de los partidos de relumbrón del Santiago Bernabéu.Los padres se quejaban de que la espera, maratoniana, no garantizara una plaza. El Instituto Municipal de Deportes saca las mismas plazas que el año pasado, alrededor de 65.000, pero todas están reservadas para los que ya las consiguieron el año pasado. Para que quede, plazas libres es necesario que un veterano renuncie.
Algo tradicional
Un portavoz del IMD aseguró que lo de las colas es algo "tradicional e inevitable". "Hemos estudiado otros métodos, pero no hay otra forma que la de las colas para que la gente consigua su plaza", añadió. "El hecho de que tanta gente se dispute nuestras plazas es una muestra de la calidad y del buen precio del IMD", continuó.
En la piscina municipal de Moratalaz, en la calle de la Hacienda de Pavones, una mujer hizo cola desde las tres de la tarde del domingo. Otra, Conchi, llegó a las cuatro de la mañana del lunes a la instalación, pero se encontró con que delante de ella había ya 35 personas. Ella comentó que le pareció "increíble". "Me dijeron", explicaba en la cola, "que si madrugaba mucho no habría problemas y ahora a lo mejor me quedo sin plaza". En esta piscina, los hombres relevaban a sus mujeres alrededor de las cuatro de la mañana. "Es necesario que hagamos esto por nuestros hijos si queremos que aprendan a nadar", comentó uno los padres. La ventanilla de Moratalaz se abrió a las nueve de la mañana. En ese momento se contaban unas 400 personas delante de la taquilla. Se disputaban 50 plazas de natación.
Una mujer de unos 35 años aseguró que tuvo que pedir permiso en el trabajo para poder matricular a su hijo en el cursillo de natación de aprendizaje. "Resulta lamentable que estas cosas las hagan en un día laborable y sin pensar en la gente, sino sólo en ellos", se quejaba la mujer, que añadió: "Esto es típico de los países tercermundistas". Este adjetivo fue repetido por un buen número de aspirantes.
"Inaguantable"
Cuando se abrió el turno, a las nueve de la mañana, las quejas arreciaron: sólo había un funcionario en la ventanilla y atendía a un ritmo de 10 personas por hora. Hay que rellenar un cuestionario amplio y los matriculados reciben los carnés para toda la temporada.
Adela, de 28 años, que tenía por delante a más de 120 personas, decidió, a eso de las once de la mañana, que iba a renunciar. "Yo ya paso, esto es inaguantable", resumió antes de dar media vuelta y enfilar hacia su casa.
En la piscina de San Blas no se madrugó tanto. El primero en llegar lo hizo alrededor de las cuatro de la mañana. Carmen se levantó a las seis. Consiguió el número 30. Ana Isabel Méndez, de 28 años, que llegó a las 6.15, consiguió su plaza: "Tanto las instalaciones como la piscina están muy bien; al final, a mí me ha salido bien la jugada".
En la piscina de Vallecas la cola medía más de 300 metros y contaba con medio millar de personas. El más madrugador había acudido a las cinco de la mañana. Aquí hubo problemas entre los que esperaban porque una persona guardaba plaza para varios familiares. "Lo que no se puede es estar ahí para que otros entren". La colas se repetirán hoy en el polideportivo de Aluche.
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