Telefónica estudia un acuerdo para participar en la compañía de televisión mexicana Televisa

Telefónica estudia una nueva incursión en el terreno audiovisual, esta vez al otro lado del Atlántico. La compañía española sopesa la posibilidad de entrar en Televisa, el gigante de la comunicación mexicano (con quien ya comparte mesa en Vía Digital, la plataforma de televisión digital que impulsa el Gobierno), en un momento en que la empresa que preside Emilio Azcárraga Jean sufre un proceso de reestructuración con acuciantes necesidades de capital. Una dificultad que Televisa estudia es cómo superar la prohibición de participar en el sector audiovisual que México impone a los extranjeros.

Las relaciones entre las dos compañías son muy fluidas. Son, junto a TVE,. los socios principales de Vía Digital, la plataforma de televisión digital impulsada por el Gobierno. Además, Televisa ha alquilado las naves de su Ciudad de la Imagen en Madrid para albergar instalaciones de este operador. No obstante, fuentes oficiales de Telefónica han subrayado que los contactos con Televisa no han pasado de ser un planteamiento sin que se haya entrado en negociaciones formales, como ha transcendido en algún medio mexicano.Aunque los portavoces de Televisa -tanto de Madrid como México- no respondieron ayer a las llamadas de este periódico, fuentes de la Administración mexicana reconocieron que los abogados de la empresa televisiva están estudiando cómo solventar las dificultades legales para que entre capital extranjero en el sector audiovisual. Con todo, dentro de la actual política liberalizadora y de conceder facilidades a la inversión extranjera, el Gobierno mexicano no prevé ninguna dificultad en dar su visto bueno, a la operación en cuanto se concrete, según otras fuentes oficiales, a pesar de las reticencias históricas de tipo nacionalista que pesan sobre la entrada de capital foráneo en el sector audiovisual en México.

Empresa conjunta

Las restricciones de la ley mexicana a la entrada de capital ex tranjero en el sector audiovisual distintos a la televisión por cable son absolutas. Por ello, para que Televisa pudiera incorporar cualquier socio, que en este caso sería Telefónica, tendría que encontrar fórmulas que lo permitieran y obtener la correspondiente autorización de la Administración. Según fuentes de la Administración mexicana, la solución que se perfila como más viable es un esquema de inversión "neutra" o indirecta, mediante el que Telefónica tendría limitados sus derechos (de gestión o de decisión, por ejemplo) en el gigante audiovisual americano.

El esquema de inversión neutra" que estudian los abogados de Televisa consiste en una emisión de acciones sin derecho a voto y que prácticamente concede a la empresa española tan sólo la participación correspondiente en los beneficios anuales. Es decir, la solución más viable para la entrada de -un socio extranjero en Televisa sería la constitución de una empresa conjunta.

La confianza de los abogados de la empresa de Azcárraga Jean en que el Gobierno mexicano no pondrá ninguna pega a la operación explica quizá que a estas alturas no se hayan acercado oficialmente a la Administración, que dispone de 3.5 días para emitir su dictamen. De superarse este plazo, la operación queda autorizada de forma automática.

Las ventajas de Azcárraga Jean en la operación están claras. Además de conseguir el dinero que necesita con urgencia para consolidar la reestructuración de la empresa tras el fallecimiento de su padre, el presidente de Televisa puede argumentar, con la ley mexicana de inversión foránea en la mano, que no le está permitido ceder una brizna de poder a ningún extranjero, con lo que mantendría el control sobre la sociedad.

Por parte de Telefónica el interés radica en poder contar con contenidos (programas, series, cine ... ) y poder venderlos a otros países, principalmente latinoamericanos. Ejemplo de asociaciones de este estilo ya existen en el sector, como la de British Telecom (aliado de Telefónica) y Rupert Murdoch. Por ello, la imposibilidad de entrar en la gestión de Televisa no supondría mayor problema para la empresa que preside Juan Villalonga.