CiU reclamará de Aznar un nuevo pacto si quiere estabilidad después de Maastricht

Convergencia i Unió (CiU) reclamará del Gobierno de Jose María Aznar la confección de un nuevo pacto de gobernabilidad una vez que España haya superado el examen de Maastricht, en la primavera de 1998, si los populares quieren garantizarse el apoyo parlamentario para prolongar la legislatura, han explicado dirigentes nacionalistas. Este es el sentido de las palabras de Jordi Pujol en mayo pasado, cuando advirtió a Aznar que el acceso a la moneda única significará un final de etapa, y no un aviso de ruptura como de forma generalizada se ha interpretado desde entonces.

BarcelonaEl "empecinamiento" del Partido Popular en considerar el pacto de investidura y gobernabilidad alcanzado con CiU en abril de 1996 como un documento cerrado, que excluía toda reivindicación nacionalista que no figurase por escrito en el texto aprobado entonces, hace inevitable un nuevo pacto para prolongar el apoyo de los nacionalistas catalanes al Gobierno, según argumentan dirigentes de la coalición.El contenido del pacto de hace un año y medio está prácticamente agotado, pendiente tan sólo de negociar un nuevo sistema para financiar la sanidad pública - el vigente concluye a finales de 1997-, algo que los dirigentes de CiU esperan solucionar en los presupuestos para 1998.

Ayer mismo, el portavoz de CiU en el Congreso de los Diputados, Joaquim Molins, declaró al respecto en El Escorial: "Estoy convencido de que el PP no puede presentar unos presupuestos en los que no dé solución al problema de la sanidad. Es un problema demasiado exigido por la sociedad como para que no se le haga caso, pero estoy convencido de que el PP introducirá en los presupuestos una solución financiera a la sanidad".

De ser así, desaparecerán las causas que justificaban ante el electorado de CiU el apoyo al Gobierno conservador. El otro gran argumento para garantizar la estabilidad, el acceso al euro, también se dará por satisfecho en la primavera próxima.

CiU parte del convencimiento de que Aznar pretende agotar la legislatura y no convocará elecciones anticipadas. Tampoco Pujol piensa en adelantar las elecciones autonómicas catalanas a 1998, lo que inevitablemente desestabilizaría las relaciones entre CiU y el PP.

Colaboradores del presidente catalán han sacado como conclusión de sus conversaciones con éste que su intención es celebrar elecciones catalanas en febrero o marzo de 1999, es decir, siempre antes de las elecciones municipales, previstas para junio de 1999, pero lo más tarde posible, salvo imprevistos que le obliguen a cambiar sus planes.

Billetes bilingües

La dirección de la coalición CiU aún no ha definido los contenidos que deberá tener el nuevo pacto de gobernabilidad a negociar con el PP, pero dirigentes nacionalistas consideran imprescindible que recoja buena parte de las reivindicaciones competenciales y de soberanía política contenidas en los documentos estratégicos aprobados a principios del verano tanto por Convergencia Democrática de Catalunya como por Unió Democrática, y en particular aquéllas que permitan avanzar hacia el reconocimiento de Cataluña como nación dentro de un Estado plenamente plurinacional.En esta línea, podrían incluirse propuestas tales como que en el papel moneda, sellos y documentos personales de identidad se utilicen las distintas lenguas oficiales del Estado. O que se avance hacia la conversión del senado en una verdadera Cámara territorial.O que Cataluña disponga de un sistema judiciial propio.

El comité ejecutivo de CDC tiene previsto estudiar en su primera reunión tras las vacaciones, el lunes 8 de septiembre, un documento que están elaborando Jordi Pujol y el secretario general del partido, Pere Esteve, en el que se establecerá un ordrn dr prioridad en el tiempo de las reivindicaciones contenidas en el documento estratégico del partido. Paralelamente, CDC y Uniò deberán unificar los documentos de cada partido, que son muy coincidentes en los contenidos aunque no en las formas.

De aquí a Navidad, CiU podrán encima de la mesa del Gobierbo la asunci´pon por la Generalitat de las competencias que figuran en el Estatuto de Autonomía, sin añadir en esa primera fase otras que podrían obtenerse por la vía del artículo 150.2 de la Constitución, haciendo una lectura más autonomista de la Carta Magna.

Toda la legislatura

Este artículo establece que el Estado podrá transferir o delegar a las comunidades autónomas, mediante ley orgánica,facultades correspondientes a materias de titularidad estatal que, por su naturaleza, sean susceptibles de transferencia. Este es precisamente el artículo invocado para la reciente transferencia de las competencias de Tráfico a la Generalitat.En los cursos de verano de EL Escorial, Joaquim Molins reiteró ayer la voluntad de CiU de que el acuerdo con el PP pueda ir prolongándose durante toda la legislatura. El diputado se ha prodigado en declaraciones favorables a la marcha del pacto y ayer mismo insistió en que "entre todas las votaciones que se han producido en el Congreso de los Diputados, no llegan a media docena aquellas en las que CiU y el PP ha mantenido posiciones discrepantes".