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Kohl vuelve hoy a su despacho a desactivar la 'bomba' del hastío de su ministro de Hacienda

Los dos grandes periódicos dominicales alemanes Bild am Sonntag y Welt am Sonntag, llenos de informaciones sobre la más o menos inmediata crisis de Gobierno, obligaron a saltar a la palestra a los portavoces del Ejecutivo y de la Unión Cristiana Democrática (CDU), que desmintieron y calificaron de "especulaciones" las noticias sobre una reorganización del Gabinete entre el 4 y el 21 de septiembre. Con sus declaraciones sobre la necesidad de renovar el equipo ministerial y el hastío en su cartera, el ministro federal de Hacienda, de la Unión Social Cristiana (CSU) bávara, Theo Waigel, se ha convertido en el pimpampum de todos. Al mismo tiempo, empieza a ser insoportable la presión para una reforma del Gabinete sobre el canciller Helmut Kohl, que reanuda hoy el trabajo en Bonn tras sus vacaciones en Austria.

Los democristianos alemanes ya ni siquiera pueden santificar las fiestas. En un calurosísimo domingo, ayer tuvieron que fabricar comunicados y declaraciones para salir al paso de la avalancha de informaciones sobre la crisis de Gobierno que llevaban los dominicales y hoy mostrarán los semanarios. Con sus declaraciones, que aparecen en el semanario Focus, Waigel sostiene y no enmienda su postura sobre el cambio de Gabinete y afirma que Kohl no le decepcionará. El secretario general de la CDU, Peter Hintze, y portavoces del Gobierno negaron de nuevo que vaya a producirse la crisis.. Waigel ya tiene poco que perder. La opinión publicada le machaca sin misericordia y la pública, al menos así registran las encuestas, le deja a los pies de los caballos. Como muestra palpable de los comentarios sobre Waigel, se pueden citar dos procedentes de extremos políticamente opuestos. Michael Spreng, en el derechista Bild am Sonntag, escribía ayer: "Cuando Helmut Kohl regrese mañana de las vacaciones, se encontrará ante un montón de platos rotos. Destrozó la porcelana Theo Waigel. Sus exigencias de remodelar el Gabinete, su aventurero recorrido en zigzag, en provecho propio, han dañado la coalición en unos días más que todos los ataques de la oposición en el último medio año. Sólo por eso el canciller tendría que echarlo". Rudolf Augstein, el veterano dueño y señor de Der Spiegel, publicación progresista aborrecida por Kohl, atribuye a la posible influencia de la luna la enloquecida carrera de Waigel en estos días veraniegos. Según Augstein, "sólo una insolación temporal y otros factores externos extrapolíticos, quizá la influencia de la luna, pueden buscarse como ayuda para explicar que un prestigioso ministro federal maniobre hacia esa situación". Augstein se pregunta: "¿Quién le puede respetar ahora en el interior y en el extranjero?".

El prestigioso periódico conservador Frankfurter Allgemeine lanzaba el sábado en su primera página incluso una fecha para la crisis de Gobierno: entre el 4 y el 21 de septiembre. El 4, se reúnen en clausura, en el monasterio benedictino de Andechs en la Alta Baviera, los dirigentes de. los dos partidos hermanos, CDU y CSU, para coordinar sus estrategias. El 21, se celebra la única elección en un Estado federado de este año, en Hamburgo. A la CDU le convendría presentarse ese día con una imagen renovada en Bonn. De lo contrario, la CDU de Hamburgo, si obtiene un mal resultado electoral, podrá cargarle el mochuelo al culebrón veraniego de Bonn y las culpas caerán sobre Waigel y Kohl.

Firmeza del canciller

Son ya varios de los llamados jóvenes turcos de la democracia cristiana, dirigentes regionales del partido de la nueva generación, que no vacilan en poner de vuelta y media a Waigel y pedir, que Kohl asuma de una vez sus responsabilidades y dé una señal de firmeza al país. El jefe de la CDU de Hamburgo, Ole von Beust, calificó de "irresponsable" la actuación de Waigel y reclama: "Kohl tiene que actuar". Otro tanto dice el jefe de la CDU de Baja Sajonia, Christian Wulff, que tiene elecciones el próximo 1 de marzo y exige que en la clausura del monasterio de Andechs "se someta a examen todos los ministerios, sin tabúes ni feudos hereditarios". El dirigente de la CDU del Sarre, otro joven, Peter Müller, pide, que Kohl saque a relucir de una vez su liderazgo.

Las encuestas ponen de manifiesto que, en estos momentos, Waigel es el político más impopular. Sólo le quita el farolillo rojo el dirigente del poscomunista Partido del Socialismo Democrático, Gregor Gysi. Apenas un 35% de los encuestados considera que Waigel debería seguir en el Gabinete. Peores resultados sólo los consigue un correligionario de la CSU, el ministro de Sanidad, Horst Seehoher.

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