La reunión de Arafat con Hamás y Yihad pone nervioso a Israel

La Conferencia de Unidad Nacional convocada por el presidente de la Autoridad Palestina (AP), Yasser Arafat, quizá no haya conseguido que los grupos radicales Hamás y Yihad apoyen el proceso de paz, pero ha logrado poner nervioso al Gobierno israelí. La fotografía de Abdelaziz Rantissi, uno de los líderes más destacados de Hamás, abrazando al Presidente palestino ha provocado escalofríos a quienes la han visto en la primera página de la prensa israelí.La propuesta de Arafat de hacer frente a las últimas decisiones israelíes, fundamentalmente al bloqueo de los territorios ocupados, ha contado con el respaldo de Hamás, que ha suscrito un comunicado en el que también se respalda el boicoteo de la AP a los bienes producidos por Israel.

Inspectores y policías palestinos prohibieron ayer el acceso a Cisjordania de camiones con productos israelíes. A los propietarios de las tiendas se les ha permitido vender sus actuales existencias, pero se les ha entregado una lista de 20 productos israelíes con los que no deberán comerciar mientras dure el boicoteo. Entre los productos cuya venta se suspenderá, todos ellos no esenciales, figuran cigarrillos, galletas, material electrónico y papel higiénico, entre otros. La policía palestina ha establecido controles en las principales ciudades para impedir que sean introducidos.

En la conferencia, Arafat aseguró que "todas las opciones están abiertas frente a Israel". Esta afirmación, respaldada por el resto de los dirigentes que participaron en la reunión, ha sido interpretada por el Gobierno israelí como una invitación para nuevos atenta dos terroristas. El primer mi nistro, Netanyahu, afirmó que "las acciones de Arafat para agradar a los grupos terroristas son la peor cosa que puede hacer en las actuales circunstancias".