Lección cubana de cuatro clásicos de la danza
El ballet dirigido por Alicia Alonso se presenta en Madrid por quinta vez en seis años
El Ballet Nacional de Cuba se presenta en Madrid por quinta vez en seis años, en esta ocasión con un programa para el que se han seleccionado piezas del repertorio más clásico de la formación, que , además , se representarán íntegrantemente: Gliselle, El lago de los cisnes, Don Quijote y la Cenicienta.Las tres primeras tienen la versión coreográfica que la directora y fundadora de la compañía, Alicia Alonso, hizo sobre los originales.
Una banda de tela de un rosa extremadamente dulzón cubría casi por completo la cabeza de Alicia Alonso. Con el mismo tono se había vestido ayer, desde los hombros hasta los pies, la mítica bailarina de 76 años para presentar la temporada madrileña de su compañía, que se prolongará durante un mes. Hasta la capital han llegado 60 de los 120 bailarines de esta formación (el resto mantiene la actividad en La Habana) que el próximo año celebrará el 500 aniversario de su nacimiento. Alonso hablaba ayer con ilusión de sus planes para el futuro."Mi carrera coreográfica acaba de empezar", dijo irónicamente. Lo que sí es cierto es que tiene en mente una nueva versión del Cascanueces y una coreografía basada en la historia de una escritora. Las dos se presentarán en 1998, durante el próximo Festival de La Habana, con motivo del 50º aniversario.
Seis generaciones
En este medio siglo han pasado por el Ballet Nacional de Cuba seis generaciones de bailarines, según cómputos de su directora. Y, sin embargo, Alonso se niega a hablar de renovación. "No se abre una nueva etapa. No hay un borrón y cuenta nueva. Esto [la compañía] es como una escalera en la que los que no bailan están preparados para ser coreógrafos, maestros o técnicos", apuntó Alonso.La mayoría del cuerpo de baile tiene entre 20 y 24 años. Son jóvenes que han pasado por duras pruebas para llegar a formar parte de este ballet. "No es una compañía nueva, es la continuidad de la experiencia en el ballet. Todo el mundo es joven pero de gran experiencia. Tienen romanticismo, carácter y al mismo tiempo su personalidad", continuaba explicando Alonso mientras movía ostensiblemente sus grandes y afiladas manos.
En el Ballet Nacional de Cuba incluso se prepara gente para que un día ocupe el lugar de Alonso, según informó la propia directora. "Pero yo voy a vivir 200 años", volvió a ironizar. En tono mucho más serio se refirió a la sombra que puede hacer su nombre a sus herederas: "Yo me hice primera bailarina y antes de mí había otras. No tuve ayuda. Yo no le hago daño a nadie. Cada artista tiene su puesto en la vida y son ellos los que lo tienen que trabajar. En todo caso vamos de la mano, pero no -enfrentados".
Galina Álvarez, de 29 años y 12 en la compañía, es una de las herederas del arte de Alonso. Es una de las tres primeras bailarinas que en Madrid interpretará los papeles protagonistas de todos los títulos. "Alicia Alonso es una personalidad de leyenda. Sin menospreciar a nadie en la compañía, el genio ha sido ella. Está muy por encima de cualquiera de nosotros", dice la joven bailarina.
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