_
_
_
_

EE UU moderniza su arsenal nuclear, según revela un documento secreto

La guerra fría terminó hace años, pero Estados Unidos sigue trabajando sobre nuevos o modificados diseños para armas nucleares, según revela un documento federal recientemente desclasificado y filtrado por el Consejo de la Defensa de Recursos Naturales (NRDC en sus siglas inglesas), un grupo privado que aboga en Washington por el control armamentista. Según los críticos, el documento prueba que EE UU está socavando el tratado que tiene como objetivo detener las innovaciones en la construcción de armas de destrucción masiva. Representantes del Gobierno norteamericano no están de acuerdo, e insisten en que el trabajo cumple con el acuerdo internacional.

El documento ha sido elaborado por el Departamento de Energía y es uno de los proyectos oficiales de Estados Unidos para trabajar sobre armas nucleares, un plan que ocupa a 25.000 personas en una industria altamente secreta."En la actualidad, los laboratorios trabajan en programas para suministrar diseños nuevos o modificados", dice el documento, y añade que el trabajo "ejercerá un amplio rango de habilidades de diseño". El documento dice que el desarrollo de algunos tipos de ojivas incluye pasos para rediseñar el corazón de la bomba de hidrógeno, su gatillo atómico.

El documento fue desclasificado en junio y obtenido por el NRDC en julio, después de que este grupo demandara al Departamento de Energía, que mantiene el arsenal nuclear para el Ejército. El NRDC tiene previsto hacerlo público de inmediato, junto a un informe analítico titulado End Run que acusa al Gobierno de mala fe en su trabajo de armamento.

Portavoces del Departamento de Energía han negado en distintas oportunidades que la agencia estuviera fabricando nuevos armamentos e insisten en que simplemente estaba- modernizando viejos diseños, a pesar del lenguaje del documento desclasificado. Dicen que el trabajo tenía como objetivo, entre otras cosas, prolongar la vida y seguridad de una ojiva y permitir nuevos tipos de emplazamientos de armamento, pero sin aumentar el poder explosivo.

Pero el NRDC no está de acuerdo y asegura que los desarrollos tienen en algunos casos como fin aumentar el poder y la precisión del armamento y reforzarlo para penetrar en la tierra y destrozar los búnkeres del enemigo.

La disputa se centra en la adhesión de EE UU al intento del Tratado de Prohibición de Pruebas Nucleares, buscado durante décadas por los que quieren un control de armas. Este tratado tiene como objetivo parar el desarrollo de nuevas armas de destrucción masiva al imponer la prohibición de probar los nuevos prototipos nucleares.

El presidente de Estados Unidos Bill Clinton firmó el acuerdo en 1996, y las Naciones Unidas lo ratificó. El tratado ha sido firmado por 146 países, entre ellos Rusia y China. Pero el Senado todavía no lo ha ratificado.

Al buscar apoyo para el tratado el año pasado, el Gobierno de Clinton hizo hincapié en que la prohibición iba a hacer imposible el desarrollo de armamento nuevo y, de hecho, ser una barrera tecnológica que acabaría con la carrera de armas nucleares.

Sin embargo, el plan secreto del Gobierno norteamericano dice que, incluso sin pruebas explosivas, un ejército de máquinas de alta tecnología y personas están trabajando en secreto para mejorar la calidad de las armas termonucleares y reemplazar gran parte de ellas. El trabajo se centra en el B-61, una bomba para aviones; el W-87, una ojiva para misiles MX, y los W-76 y W-88, ojivas para los misiles Trident, lanzados desde submarinos.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_