Huellas de una mujer

Las huellas de unas pisadas humanas de hace más de 117.000 años, descubiertas reciente ente en Suráfrica, porían ser la prueba de la existencia de una mujer que podría ser el común ancestro de todos los seres humanos. Así lo aseguraron ayer, en la sede del National Geographic Society en Washington, los dos investigadores surafricanos responsables del hallazgo. Las huellas fueron encontradas en 1995 durante un paseo por una zona de arena mojada, en la orilla rocosa de lago Langebaan -situado a unos 100 kilómetros de Ciudad del Cabo-, poco después de una tormenta. Los restos constituyen una importante pista para el periodo de entre hace 100.000 y 300.000 años, cuando surgieron los humanos modernos, y del que se tienen escasos fósiles. "Éstos fueron producidos por una persona que se parecía anatómicamente a nosotros", asegura Lee Berger, el paleoantrópologo que anunció el descubrimiento, al mostrar un calco en fibra de las huellas.Acompañado por David Roberts, un geólogo surafricano que encontró los restos hace dos años. Berger se refirió a la persona que dejó las huellas como "ella" al deducir que se trataba de una mujer por el reducido tamaño de las pisadas. Sin embargo, tampoco excluyó que se pudiese tratar de un hombre pequeño o un niño.

En caso de confirmarse la hipótesis de que se trataba de una mujer, cabe la posibilidad de que fuese la Eva antropológica, la hipotética mujer que vivió en algún punto de Africa hace entre 100.000 y 300.000 años, portadora de un tipo particular de DNA, un material genético que sólo se transmitió a través de las hembras.

Se cree que esta posible Eva fue el antepasado común de los humanos modernos. Berger considera que es altamente dudoso que las huellas fuesen suyas pero también apunta a que las pisadas fueron realizadas en la época y el lugar apropiado para corresponder al perfil de Eva.

Según subrayó Roberts, la posibilidad de que este tipo de huellas se conservasen hasta nuestros días era "una sobre un millón". En su opinión, las huellas debieron de quedar cubiertas rápidamente, poco después de haber sido hechas, posiblemente por arena levantada por el viento.

Cuando realizó su hallazgo Roberts estaba buscando huellas fósiles en el área del lago porque ya había encontrado allí restos fosilizados de carnívoros y trozos de roca que habían sido trabajados por homínidos en las rocas sedimentarias situadas alrededor de la orilla.

Sólo han sido encontrados en África otros tres grupos de huellas de homínidos y dos de éstos datan de hace más de un millón de años, una época demasiado temprana para el humano moderno. El tercer grupo se remonta a hace unos 30.000 años, una insignificancia en el curso de la evolución humana, según recordó Berger.

Las huellas del Langebaan han sido fechadas por medio del estudio de los sedimentos de las inmediaciones y teniendo en cuenta las fluctuaciones en el nivel del mar en dicha área a lo largo del tiempo, añadió Roberts.

La línea de las huellas se aleja de la orilla en dirección de lo que fueron antiguas dunas de arena que quedaron enterradas por la roca. Berger dijo que un equipo de científicos planea liberar los restos de huellas que quedaron atrapados en la roca, al igual que las dunas, creando una mina en la piedra.