Sentencia salomónica para la menor que quiere emanciparse de los padres
La juez no concede el 'divorcio' pero pide una salida dialogada
El caso de Saida González, la joven de Deltere (Baix Ebre, Tarragona) que solicitó la emancipación de sus padres para no tener que abandonar su pueblo y desplazarse con ellos a Tenerife, ha sido resuelto con una sentencia salomónica. Salda deberá acatar la voluntad paterna porque la juez considera que no hay razón para quitarles a los progenitores la patria potestad. Pero al mismo tiempo, insta a los padres a respetar la voluntad de su hija y a intentar un acuerdo con los familiares de Deltebre.
La resolución que la juez de instrucción número 2 de Tortosa, María José Moseñe, dictó ayer deniega, según fuentes directamente vinculadas al caso, la solicitud de emancipación por considerar que no existe ninguna causa grave que entorpezca el ejercicio de la patria potestad, por lo que ésta continuará en manos del matrimonio González hasta que la joven, que tiene actualmente 16 años, alcance la mayoría de edad dentro de un año y medio.Pero a continuación la juez sugiere en su resolución "que los padres intenten respetar la voluntad" de la muchacha, por lo que plantea la vía del diálogo como una solución posible al conflicto suscitado por el deseo de la joven de seguir viviendo con su madrina, la ex diputada socialista Rosa Vandellós, como lo ha hecho en los últimos años. Las dos partes que pugnan por la custodia de la muchacha mantendrán hoy una reunión con la finalidad de intentar llegar a un acuerdo.
En caso de que el conflicto siga sin una salida satisfactoria para ambas partes, el abogado que representa a Saida González y Rosa Vandellós podría presentar un recurso contra la decisión judicial, trámite para el que dispone de un plazo de cinco días hábiles que vencerá el próximo lunes.
Los padres de la joven no quisieron ayer valorar el dictamen de la juez. Sí lo hizo el tío de Saida y alcalde de la localidad de Deltebre, Joan Bertomeu. "Considero", dijo, "que la decisión judicial es muy acertada porque, aunque no le concede la emancipación sí que insta a la pequeña y a sus padres a recapacitar y dialogar. Tal vez así los padres se darán cuenta de que es preferible escuchar a su hija, que dentro de 18 meses será mayor de edad, antes que perderla. Espero que hablen y lleguen a un acuerdo, que la niña se quede si quiere, y que de ahora en adelante les vayan mejor las cosas a todos".
Algunos amigos y familiares aseguraron que tanto la joven como su madrina quedaron muy afectadas al conocer la sentencia que, en caso de que no haya acuerdo, obliga a Saida a abandonar la casa de Deltebre, donde vive con su madrina, para trasladarse a Canarias.
Antes de conocerse la sentencia, Rosa Vandellós mostró su recelo por el repentino interés paterno para llevarse a la hija, que se ha producido después de que la muchacha cumpliera los 16 años, la edad en que es posible ya ponerse a trabajar. Los padres siempre han negado que su intención sea buscarle de inmediato un empleo a la niña y ya ante la juez explicaron que la habían matriculado de tercero de BUP en Canarias. Reinaldo González, el padre, se desplazó hace cuatro años por razones de trabajo, pero la madrina asegura que la niña ya vivía con ella antes del traslado.
Desde que comenzó el pleito judicial, a finales de julio, Saida vive con sus abuelos, con quienes ya habitualmente pasaba los fines de semana cuando vivía con la madrina.
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