Las lluvias obligaron a suspender las últimas actuaciones del Festival de Benicássim

Las fuertes lluvias y el viento que azotaron ayer la costa levantina obligaron a suspender las últimas actuaciones del Festival Internacional de Música Independiente (FIB), en Benicássim. Las actuaciones debían haber comenzado a las 18.30 horas, pero las condiciones meteorológicas obligaron a los organizadores a suspenderlas temporalmente. A la vista de la mejoría del tiempo, el concierto se reanudó a las 22 horas con la actuación Urusei Yaetsura. Media hora después, la lluvia y el viento arreciaron de nuevo imponiendo la suspensión definitiva de la última jornada del FIB, en la que el grupo Blur iba a ser la principal estrella.La fuerza del temporal provocó el hundimiento estrepitoso de una parte del escenario. No hubo heridos. Los organizadores del FIB, ante el riesgo para público y artistas, decidieron suspender el festival. En ese momento había en el recinto unas 15.000 personas. Efectivos de la guardia civil y de la policía procedieron a desalojar el recinto.

La jornada del sábado se desarrolló sin incidentes. Arkarna tuvieron el detalle de abrir su actuación con el popular House on fire. Más que nada porque el resto de su repertorio, ritmos orientados a pistas de baile nada exigentes, resultaba tan previsible que la única opción saludable, a aquellas horas de la noche, parecía la de pasear por el mercadillo de discos o dejarse mecer en los brazos de Morfeo. A Arkarna les tocó ce rrar la jornada del sábado. Por veteranía, por discografía o por calidad, tal honor debiera ha ber recaído sobre Suede o Dinosaur Jr., aunque, al parecer, no se sabe bien por qué, ambos declinaron la oferta. Después de negarse a actuar en el último Festimad, los británicos Suede se convirtieron en una de las principales bazas del FIB. Y, sin duda, uno de los reclamos más publicitados por los organizadores. Lógico. La mayoría del público ya conocía de primera mano, o al menos de oídas, la habilidad de la formación, liderada por el carismático Brett Anderson, para convertir sus conciertos en uno de esos recuerdos que se graban a fuego en la cabeza y el corazón de los aficionados.

Sonido deslavazado

Desgraciadamente, ni el entusiasmo de los fans ni la entrega de los músicos fueron suficientes para elevar a las alturas una actuación empañada por un sonido deslavazado que hizo casi imposible disfrutar de la sesión sin realizar descomunales esfuerzos. En el caso, claro, de que se exigiera un sonido mínimamente aceptable y a la altura de las canciones o del luminoso montaje escénico que añadió color y atractivo a la fiesta. Pese a todo, Suede convencieron a una audiencia entregada de antemano.También los bostonianos Dinosaur Jr. sufrieron las inclemencias de una sonorización poco afortunada. Una pena. Su excelente trabajo Hand it over parecía haberle devuelto la inspiración a J. Mafcis después de algunos sonados tropiezos en estudio. Fue un acierto no caer en el exhibicionismo instrumental en beneficio de la intensidad, pero poco más.

La gran sorpresa de la jornada la protagonizaron los escoceses Geneva. Con su debú, Further, escalan listas de éxitos británicas gracias a temas tan exquisitos como Tranquilizer o No one speaks, donde consiguen un equilibrio casi perfecto entre la densidad y la oscuridad de unos Echo and the bunnymen y el caudal melódico propio del pop independiente pos Smiths.

A The Bluetones lo que les falta, en cambio, es algo de originalidad. Su mayor mérito consiste en retroceder en el tiempo sin sonar excesivamente rancios. Laika caminan varios pasos por delante de la mayoría de sus contemporáneos. Su excitante y adictivo batido de ritmos hubiera merecido un hueco en el escenario principal.

Los representantes de la escena independiente nacional, por lo general, brillaron poco. Unos, como Onion, porque su propuesta resultaba demasiado obvia y otros, Nosoträsh, por que aún necesitan esforzarse mucho más en el local de ensayo. Sr. Chinarro son otra cosa: originales e inimitables.