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Israel responde con su aviación a los cohetes lanzados desde Líbano

La aviación israelí bombardeó ayer una base de una organización palestina prosiria cerca de Naame, a 15 kilómetros al sur de Beirut. El ataque, que hace el 32º de este año y que no causó víctimas, respondía a los cohetes Katiusha lanzados por la mañana sobre el norte de Israel. El pacto de no atacar objetivos civiles quedó roto el día anterior en el sur de Líbano, donde-Israel controla una franja de seguridad, pero sólo ayer los proyectiles alcanzaron suelo israelí.

Ante la lluvia de cohetes Katiusha de los milicianos shiíes del sur de Líbano, las autoridades militares del norte de Galilea (Israel) ordenaron ayer a la población civil preparar los refugios antiaéreos y protegerse en ellos. En dos días estallaron casi medio centenar de proyectiles en la frontera, los tres últimos en territorio israelí."Parece que los islamistas preparan las mirillas y calculan las trayectorias", comentó un habitante de Kiriat Shemona, tras la explosión de una Katiusha en el tejado de la sinagoga.

La respuesta no se hizo esperar. Dos cazabombarderos dispararon un misil aire-tierra cada uno hacia las siete de la tarde sobre las colinas que rodean Naame, donde se encuentra una base del Frente Popular de Liberación de Palestina-Comando General, de Ahmed Yibril. Esta organización, hostil al proceso de paz y al jefe de la Autoridad Palestina, Yasir Arafat, no ha reclamado desde hace años ningún ataque contra las fuerzas de ocupación israelíes.

El Ejército de Israel reaccionará en el momento, lugar y forma oportunas, si no hay otra alternativa, había anunciado poco antes el ministro israelí de Defensa, Isaac Mordejai. Para el líder laborista y general de la reserva, Ehud Barak, la alternativa existe. "Si la tregua ha acabado", dijo en el transcurso de una visita a la zona, "el Gobierno debe buscar de nuevo el alto el fuego". Barak ex ministro de Asuntos Exteriores, con Simón Peres, fue el artífice del acuerdo de no agresión a la población civil, aceptado por el anterior Gobierno laborista y la milicia surlibanesa, al concluir la operación militar Uvas de la Ira, en abril de 1996, dirigida precisamente a frenar el lanzamiento diario de Katiushas contra las localidades cercanas a la frontera.

El jefe y guía espiritual de la milicia Hezbolá, el jeque Hasan Nasralá, negó ayer toda implicación en los hechos y reveló que también las organizaciones Yihad Islámica y Frente Popular para la Liberación de Palestina disponen de cohetes del mismo tipo.

Estados Unidos condenó los ataques y pidió a todas las partes que "se contengan al máximo". Este reavivamiento de la tensión en la frontera líbano-israelí sucede justo en vísperas de la llegada a la zona del enviado especial del presidente de Estados Unidos para Oriente Próximo, Dennis Ross, que intentará reactivar el proceso de paz.

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El presidente de la Autoridad Palestina, Yasir Arafat, declaró ayer en la televisión israelí que el Gobierno de Netanyahu le había informado de que los dos terroristas suicidas, que mataron a 13 personas la semana pasada en Jerusalén, llegaron desde el extranjero. Arafat se preguntó por qué Netanyahu le culpa del atentado. "Esto es lo que le pregunto al pueblo de Israel", añadió.

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