Votación a mano alzada

A la tercera fue la vencida. Los partidos del bloque democrático con la abstención de IU, cambiaron el rumbo político del Ayuntamiento de Mondragón. Pero no las tenían todas consigo. Tras las dos experiencias fallidas de 1995, cuando la indecisión de Eusko Alkartasuna facilitó que HB, la fuerza más votada, ascendiera al sillón municipal, los firmantes del tripartito (PNV, EA y PSE-EE) habían pactado las garantías necesarias para que la moción saliera adelante. Conscientes de que HB podía forzar una votación secreta, los tres partidos que gobiernan en Euskadi acordaron enseñarse los votos escritos antes de depositarlos en la urna. No podía pasar lo que ocurrió en junio de 1995. Entonces, tras las elecciones, el tripartito falló, y las abstenciones de dos ediles de EA, a pesar del pacto de esos partidos en toda la comunidad autónoma vasca, impidió a Loiti acceder a la alcaldía y consagró a Zubizarreta al frente del Ayuntamiento de Mondragón. Tan sólo seis meses después, en diciembre de ese año, el PNV y los socialistas llegaron a firmar una nueva moción de censura que tampoco prosperó por la negativa de EA a suscribirla.El agosto de 1997, tras la muerte del concejal del PP en Ermua Miguel Ángel Blanco, PNV, PSE y EA acordaron proponer una votación a mano alzada para evitar posibles fugas invisibles, y en caso de que HB forzara una votación secreta, enseñarse los votos como "garantía de lealtad".

Al final no fue necesario porque el ya ex alcalde de HB, Xabier Zubizarreta, respetó la votación y los concejales lo hicieron a mano alzada, en medio de insultos y gritos en contra. Todos confiaban en que la tercera era la vencida, pero por si acaso se cubrieron las espaldas.